Lo mejor de Segovia
Img/Javier de Lucas-Google Maps

Nos vamos de ruta por la risca del río Moros que, además de un impresionante paraje, nos permite descubrir el encantador pueblo de Valdeprados.

La ruta que podemos seguir con Wikiloc es «un fácil recorrido que reúne elementos de enorme interés natural», según la describe el propio portal web.

La ruta comienza en la localidad segoviana donde «se toma una pista paralela al arroyo del Quejigar», explica. Allí, continúa, «se pueden observar aves de ribera como el pinzón vulgar, la lavandera, el chochín y el ruiseñor».

El camino continúa y «antes de llegar al Puente Viejo, que cruza el río Moros, se toma a la derecha de la pista un sendero en dirección ascendente hacia la Risca».

Como cuenta Wikiloc, «este accidente geográfico es un cañón fluvial de unos 300 metros de longitud y de hasta 40 metros de altura» que, además, está «constituido por unas paredes verticales de rocas metamórficas».

Desde allí es fácil observar rapaces como las águilas reales y culebreras, aguilillas calzadas, busardos ratoneros y milanos reales, y aves rupícolas como las chovas piquirrojas, aviones roqueros y roqueros solitarios.

El recorrido, detalle posteriormente, «sigue hasta a un molino abandonado, permitiendo el acercamiento al bosque de galería del río Moros».

Puedes ver la ruta de unos cinco kilómetros de recorrido en la web de Wikiloc.

La historia de amor que hay detrás del puente de Valdeprados

Existen multitud de puentes de los enamorados repartidos por el mundo, pero tal vez no sabías que también podemos encontrar uno en Segovia. Entre las localidades de Valdeprados y Vegas de Matute, encontramos los restos de un puente de piedra, reconocido como «el puente de los enamorados», un nombre dado por la leyenda medieval que cuenta la historia de amor de Rodrigo y Guiomar.

Los restos del puente de piedra, es uno de los puntos que conforman la ruta de la Risca de Valdeprados y cruza el río moros. Tan solo se conservan los estribos, sobre estos se ha habilitado un tablero y pasarela de madera.

Según cuenta la leyenda, él era el heredero de un noble linaje que había sido enviado por su padre a residir en la torre de Valdeprados para alejarse de la guerra, y ella, hija de un honrado hidalgo, que residía en en el Castillo de Vegas de Matute.

El punto de encuentro de los protagonistas, dos adolescentes de la misma edad inseparables, era el puente que unía las dos localidades, lugar en el que empezaban todas sus aventuras.

Cuando Rodrigo cumplió 16 años, su padre se lo llevo de vuelta a su territorio para casarlo adecuadamente y hacerse cargo de sus obligaciones.

Eso provocó que los amantes tuvieran que separarse y fue en el puente donde se vieron por última vez. En la despedida, se dieron cuenta de lo mucho que se querían, «Rodrigo se dio cuenta de lo mucho que amaba a Guiomar y comenzó a sentir un gran dolor que solo podía aliviar abrazándola»… «Y así, abrazados, la tristeza pudo con sus vidas» según cuenta la leyenda.Y desde entonces, la gente de la zona conocen el paraje como «el puente de los enamorados».

 

*Imagen de portada de Javier de Lucas/Google Maps.