Existen multitud de puentes de los enamorados repartidos por el mundo, pero tal vez no sabías que también podemos encontrar uno en Segovia. Entre las localidades de Valdeprados y Vegas de Matute, encontramos los restos de un puente de piedra, reconocido como «el puente de los enamorados», un nombre dado por la leyenda medieval que cuenta la historia de amor de Rodrigo y Guiomar.

Los restos del puente de piedra, es uno de los puntos que conforman la ruta de la Risca de Valdeprados y cruza el río moros. Tan solo se conservan los estribos, sobre estos se ha habilitado un tablero y pasarela de madera.

Según cuenta la leyenda,  él, era el heredero de un noble linaje que había sido enviado por su padre a residir en la torre de Valdeprados para alejarse de la guerra, y ella, hija de un honrado hidalgo, que residía en en el Castillo de Vegas de Matute.

El punto de encuentro de los protagonistas, dos adolescentes de la misma edad inseparables, era el puente que unía las dos localidades, lugar en el que empezaban todas sus aventuras.

Cuando Rodrigo cumplió 16 años, su padre se lo llevo de vuelta a su territorio para casarlo adecuadamente y hacerse cargo de sus obligaciones. Lo que provocó que los amantes tuvieran que separarse y fue en el puente donde se vieron por última vez. En la despedida, se dieron cuenta de lo mucho que se querían, «Rodrigo se dio cuenta de lo mucho que amaba a Guiomar y comenzó a sentir un gran dolor que solo podía aliviar abrazándola»… «Y así, abrazados, la tristeza pudo con sus vidas» según cuenta la leyenda.

Y desde entonces, la gente de la zona conocen el paraje como «el puente de los enamorados».