Cada vez, el uso de las redes sociales por parte de menores entre 10 y 15 años es más habitual. La pandemia tampoco ayudó a combatir este problema, puesto que sin poder salir de casa, los niños pasaban más tiempo frente a las pantallas de móviles u ordenadores.

Pese a que no resulta una tarea sencilla, proteger a los hijos de los peligros que pueden entrañar las redes sociales es de suma importancia en la actualidad.

Según datos del INE, el uso de las redes sociales entre menores de 10 y 15 años se ha multiplicado en los últimos años, generando problemas desde adicciones, hasta ciberbullying.

Por ello, se pueden seguir una serie de pautas para intentar que los niños comiencen a utilizar las redes sociales de una manera correcta:

Comunicación constante

Mantener una relación de confianza con los menores es fundamental, para que ellos se sientan cómodos y no intenten ocultar cosas que hayan podido descubrir navegando por internet. Esto, unido a una comunicación fluida con el menor acerca de los peligros que pueden entrañar las redes sociales, puede resultar beneficioso para crear un entorno más seguro.

Conocer las redes

Para poder advertir a los más pequeños sobre el peligro de las redes sociales, es importante conocer de primera mano cuáles son estas redes, cómo funcionan y para qué se usan. Para ello, sería conveniente navegar por ellas y descubrir que peligros podrían generarles: sobreexposición, engaños, estafas… etc.

Establecer reglas

Marcar unas pautas y unos límites es fundamental a la hora de conseguir que los hijos hagan un buen uso de las redes. Acordar un horario y un límite de uso sería lo adecuado, para que no interfiriera en el resto de sus actividades y sus estudios.

Zonas comunes

Si el menor es aún pequeño y no dispone de dispositivo móvil, aprovechar que tiene que conectarse a través de un ordenador y colocar el mismo en una zona común, abierta al paso de cualquier miembro de la familia.

Evitar falsos amigos

Es importante, también, concienciarles desde un principio de la posibilidad de que puedan intentar llegar hasta ellos personas que no conocen, con la intención de hacerse sus amigos. Por ello, insistiremos en que lo importante no es tener el mayor número de amigos posible, sino, que los que tenga sepan quién son con certeza.

Privacidad

Todas las redes tienen la opción de establecer una serie de ajustes acerca de la privacidad de los perfiles. Por lo tanto, concienciar al menor de la importancia de ser lo más privativo posible, para evitar la posible intromisión de personas con malas intenciones. Pudiendo evitar así delitos como el sexting o el grooming.

Por lo tanto, para terminar, la clave podría encontrarse en otorgar la confianza necesaria al menor para que se sintiera cómodo hablando con nosotros acerca de lo que vive en internet, pero, sin dejar de lado el establecimiento de límites y privacidad.