Ayer, lunes 17 de agosto, a las 20H, cerca de 200 vecinos de El Espinar se concentraron cerca en la Plaza de la Constitución, frente al consistorio y donde nuevamente la respuesta de la ciudadanía, comprometida en la lucha contra la violencia machista y la libertad de expresión fue según los organizadores: «ejemplar». «Por ello mostramos nuestro más sincero agradecimiento a las personas y colectivos que se han sumado a la convocatoria.»

Manifiesto leído durante la concentración del 17 de agosto en El Espinar.

 

Manifiesto: el Pleno de la vergüenza.
El pasado 28 de noviembre muchas y muchos de las aquí presentes tuvimos oportunidad de presenciar el lamentable espectáculo en el que el alcalde de este pueblo, Javier Figueredo, expulsó del pleno municipal PÚBLICO a todas las personas que concurrimos.
Queríamos saber de primera mano las decisiones que iba tomar la corporación municipal acerca de un asunto que a todas y todos nos afecta: la protección de las mujeres amenazadas, maltratadas y asesinadas.
Y hace solo tres días hemos tenido que llorar a una víctima más, víctima de su verdugo y de las políticas que invisibilizan y tapan a golpe de firma, el asesinato de una mujer por el hecho de serlo.
Los tres partidos del equipo de gobierno municipal ese 28 de noviembre pretendían eliminar el concepto de violencia machista que tanto tiempo nos ha costado introducir en la sociedad, en la política, en el derecho y en el sistema judicial español.
Por eso estábamos aquel día y por eso estamos hoy aquí, porque si tocan a una nos tocan a todas.
Porque cuando usted dice que la libertad personal termina cuando se interfiere la de los demás, en qué pensaba usted ese día en el que iba a firmar la sentencia de muerte de tantas mujeres, iba a dejar huérfanos a tantos hijos e hijas y sin hijas a tantas madres, quién es usted y sus cómplices municipales, para decidir qué hacer con un Ley que surgió del consenso y la lucha popular.
El señor Figueredo sabe que la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, conocida por todas como la Ley Mordaza, da facilidades a él y a los de su mismo talante para reprimir a las ciudadanas y ciudadanos, y le permite obstruir nuestros derechos y nuestra libertad.
Por eso no ha dudado en aplicarla ocho meses después de aquel día de lo que ya conocemos como el Pleno de la Vergüenza.
Pero ninguna ley represora tendrá la fuerza suficiente para hacernos callar, porque no soportamos más lo que es intolerable.
Somos el grito de las que se lo contaron a sus vecinos y no las creyeron.
Somos el grito de las intentaron denunciar y les dijeron venga usted mañana.
Somos el grito de las que acudieron a un pleno y fueron denunciadas.
Somos el grito de las que no se atreven a gritar.
Y lo más importante, SOMOS EL GRITO… DE LAS QUE YA NO TIENEN VOZ.
SOMOS EL GRITO DE LAS QUE YA NO TIENEN VOZ
Y todas y todos los que nos encontramos aquí ahora debemos sentirnos ORGULLOSAS y ORGULLOSOS porque estamos defendiendo que nuestra sociedad sea IGUALITARIA, JUSTA y LIBRE, porque estamos siendo solidarias y solidarios con aquellas personas que se encuentran en situación más débil,
PORQUE TODAS JUNTAS SOMOS MÁS FUERTES. NO DAREMOS NI UN PASO ATRÁS.

Usted señor Figueredo dice que «A nadie le gusta que le insulten en su casa», pero está cometiendo varios errores:
UNO, que lo que usted llama su casa, es la de casa todas y todos los ciudadanos que usted desalojó.
DOS, que habiendo presentado con la firma de su partido la moción para la derogación de la Ley contra la violencia de género, no cualquier día, NO, sino ¡el mismo día 25, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer!, usted SÍ está insultando:
– a los cientos de mujeres amenazadas por quienes fueron sus parejas y torturadores,
– a los cientos de mujeres que viven con miedo por ellas y por sus hijas e hijos,
– a las 1.061 asesinadas desde 2003 hasta el día de hoy, de las que nosotras nos hacemos portavoces.
¡Eso sí que es un insulto!
TRES, si además admite que fue un error porque firmaron con prisas y sin leer, es también un insulto a la inteligencia de todas las ciudadanas y ciudadanos, los que le votaron y los que no.
Por tantos errores, a día de hoy no le hemos oído disculparse, ni se ha presentado ninguna dimisión, pero sí una denuncia contra cinco de las personas asistentes al PLENO DE LA VERGÜENZA.
No somos personas manejadas por ninguna organización desde la sombra, como usted afirma, señor Figueredo. Somos nada más ¡y nada menos! que gente de la calle, ciudadanas y ciudadanos que luchan por sus derechos de manera solidaria con las más vulnerables.
Y continuaremos resistiendo, no daremos ni un paso atrás, porque somos el grito de las que ya no tienen voz.
Y OS VAIS A HARTAR DE OÍRNOS, PORQUE NINGUNA LEY MORDAZA PODRÁ SILENCIARNOS.
¡¡ LIBERTAD ES NO TENER MIEDO!!
CONTRA LA REPRESIÓN…SOLIDARIDAD.
SI TOCAN A UN@, NOS TOCAN A TOD@S.