Castilla y León contabiliza a día de hoy 142 brotes activos de SARS-CoV-2, dos más que el viernes, con 787 personas contagiadas vinculadas a los mismos, es decir, 17 menos, es decir, que a pesar de aumentar los brotes afectan de media a menos individuos, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad. Hay que tener en cuenta que se trata de una cifra que es el resultado de sumar los nuevos brotes declarados a los que siguen activos menos los que la Junta decide cerrar por haber superado los casos positivos la infección sin riesgo de propagación.

Burgos continúa como la provincia más afectada en este sentido, con 52 focos que engloban a 226 contagios vinculados. Entre ellos, los registrados en la localidad de Aranda de Duero, confinada desde el 7 de agosto.

En Valladolid se contabilizan 18 brotes activos, con 194 positivos vinculados a ellos, seguida de Soria y Ávila, con 14 focos en ambos casos y 89 y 64 personas contagiadas, respectivamente. A continuación, Segovia, con 13 brotes y 49 contagios relacionados; Zamora, con una decena de focos y 46 positivos; y Salamanca, que desde el viernes pasa de 12 a siete focos gracias al cierre de varios de ellos tras superar los 14 días de incubación y frenar su expansión. Estos siete cuentan con 31 contagios vinculados.

Cierran la lista de brotes por COVID-19 Palencia, con ocho y 58 positivos, y León, con seis focos latentes y 30 contagios relacionados.