El dolmen de Santa Inés, en Bernardos, es el único de los existentes en la provincia de Segovia que es objeto de investigación arqueológica. Se trata de una gran tumba de carácter colectivo construida hace unos 6.000 años por las primeras comunidades campesinas y ganaderas que habitaron este sector del valle del Eresma durante el período conocido como Neolítico.

Estas gentes, dejaron su impronta en el territorio a través de la edificación de un gran monumento destinado a convertirse en la última morada de sus seres queridos en el momento de emprender el viaje hasta al más allá.

Este monumento del Neolítico ha sufrido una agresión en una de las losas de pizarra que cubrían el corredor que da acceso a la cámara funeraria.

Estas losas habían sido desplazadas al entorno inmediato del dolmen durante la campaña de excavaciones arqueológicas del presente año con el fin de permitir los trabajos arqueológicos.

La agresión ha consistido en rayar y realizar grafitos sobre la losa, en la que se sospecha que pueden existir grabados del Neolítico, por lo que el daño de la agresión podría ser más grave de lo que se aprecia a simple vista.

Desde APIA muestran su rechazo a esta acción y lo consideran como «repudiable». Se sospecha que el autor o autores son menores de edad por el tipo de grafito realizado, así como otros elementos que se han encontrado cerca de las losas. Por ello, desde la Asociación Amigos de la Pizarra y de la Arqueología, quieren «alertar sobre la carencia de valores de respeto a los demás y a lo de los demás que inferimos de estos actos: algo que nos debería llevar a una reflexión colectiva sobre los valores que transmitimos a los más jóvenes, en especial, en el ámbito familiar.»

Hacen una llamada a la responsabilidad de todos, para así proteger el patrimonio cultural que, «es el legado recibido de nuestros antepasados y lo que debemos legar a las futuras generaciones.»