Como cada 6 de marzo, el patronato del Alcázar de Segovia realizó ayer un simulacro para comprobar el correcto funcionamiento de todos los protocolos y sistemas de seguridad y emergencia, al que además de sus trabajadores, se sumaron dotaciones de bomberos, polícia local, emergencias sanitarias del 1-1-2 y, por primera vez, los voluntarios de recién creada Agrupación de Protección Civil de Segovia. El Alcázar rememoró de esta manera el pavoroso incendio que vivió en el año 1862.

El jefe del Servicio de Extención de Incendios de Segovia, José Luis del Pozo, destacó la importancia de la preparación y la formación que recibe el personal del Alcázar que tienen que abordar el primer escollo básico de una emergencia: la evacuación de los visitantes. En el supuesto de este 2019, había visitando la fortaleza segoviana 150 personas, que fueron desalojadas “con calma, nunca deprisa y corriendo”.

El simulacro comenzó a las 11.00 horas con el sonido de alarma y, seis minutos después, el alcaide dio la orden de evacución del Alcázar, tras confirmarse visualmente la existencia de un incendio, y dar aviso a bomberos, policía local y 1-1-2, que llegaron a las 11.11 horas. Del Pozo señaló que todo salió según lo previsto, con algunos matices que serán analizados en las reunines posteriores que son tan importantes como las que realizan de forma previa de organización.

José Luis del Pozo también destacó que cada año van complicando el supuesto del que parte el simulacro y se ha reforzado la presencia de los servicios de intervención sanitaria del 1-1-2, que “tienen una función importantísima” y tienen que estar en todas las situaciones de emergencia. La actuación de este 6 de marzo se llevó a cabo en la Torre del Homenaje y en la Sala de Planos, que está situada en el último torreón de la fortaleza, con un acceso con 60 escalones, que equivale “a un cuarto y un quinto piso”.

En total, participaron en el simulacro más de 220 personas. Un simulacro en el que se atendió a un trabajador que había resultado herido en el Patio del Reloj, mientras que otro trabajador no había podido escapar del fuego y se quedó aislado en la Torre del Homenaje.

El coronel director de la Academia de Artillería de Segovia, José María Martínez Ferrer, también destacó que todo había salido bien, desde el primer ejercicio de una evacuación masiva hasta la intervención de los servcios de emergencia en prefecta coordinación para asegurar la seguridad y e patrimonio del monumento, los visitantes y del personal.