La llegada de la primavera en España se producirá oficialmente este lunes, 20 de marzo, a las 22.24 horas (horario peninsular) y durará 92 días y 18 horas hasta concluir el 21 de junio, cuando comenzará el verano, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, perteneciente al Instituto Geográfico Nacional.
El inicio de la primavera en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el centro del Sol cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el norte.
En la jornada en la que eso sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden. A esta circunstancia se la llama también equinoccio de primavera. En el momento en que la estación primaveral comienza en el hemisferio norte comienza el otoño en el hemisferio sur.
El inicio de la primavera es la época del año en que la longitud del día se alarga más rápidamente. A las latitudes de la Península Ibérica, el Sol sale por las mañanas más de un minuto antes que el día anterior y por la tarde se pone más de un minuto después. De este modo, el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte al comienzo primaveral aumenta casi tres minutos cada día en esas latitudes.
Cambio de horario
Como es habitual, el último domingo de marzo (día 26) se producirá el cambio de hora, cuando a las dos de la madrugada habrá que adelantar el reloj hasta las tres (una hora menos en Canarias), y se recuperará así el horario de verano, de manera que ese día tendrá oficialmente una hora menos.
Aunque tanto el Parlamento Europeo como la Comisión Europea se han pronunciado a favor de eliminar los cambios de hora en el futuro, todavía no existe una decisión definitiva al respecto.
Durante esta primavera tendrán lugar dos eclipses. El de Sol sucederá el 20 de abril, será de tipo mixto y se verá en el sudeste asiático y Oceanía. El de Luna tendrá lugar el 5 de mayo, será de tipo penumbral y podrá verse en África, Asia y Oceanía. Por otro lado, la primera luna llena de la primavera se dará el 6 de abril y las siguientes llegarán el 5 de mayo y el 4 de junio.
El cielo en primavera
La primavera es un buen momento para observar el cielo, pues las noches todavía son largas y hace menos frío que en invierno. Al inicio de la estación podrán verse al anochecer algunas constelaciones típicamente invernales, como Orión, Can Mayor y Géminis. A medida que avancen las semanas, estas constelaciones se irán acercando al Sol y darán paso a otras más características en primavera, como Leo, con su llamativa forma de interrogación invertida terminada en la estrella Régulo; Virgo, con la brillante Espiga, y el Boyero, con la estrella roja Arturo.
El triángulo formado por Espiga en Virgo y Arturo en el Boyero, y por Régulo en Leo se denomina triángulo de la primavera, y su localización en el cielo proporciona un buen punto de partida para empezar a explorar el resto de las constelaciones visibles durante la estación.
En cuanto a los planetas, el cielo tras la puesta de Sol comenzará la primavera con Júpiter, Venus y Marte, pero el primero desaparecerá pronto por el oeste, mientras que Mercurio aparecerá brevemente en abril. Los amaneceres iniciarán la estación con Saturno como único planeta visible, en tanto que Júpiter aparecerá por el este a primeros de mayo y Mercurio se podrá ver, muy bajo sobre el horizonte, en junio.
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