La provincia de Segovia esconde sorpresas en forma de empresas punteras en los más variopintos sectores. En Sequera del Fresno, a 80 kilómetros al Nordeste de la capital, se encuentra una de las diez empresas de España más importantes en lo que a producción de perdiz roja para la caza se refiere.

Son quince años de trabajo los que han llevado a José María Moreno, también alcalde de Sequera, a consolidar una producción que cuenta además, con granjas en Soria y Palencia que producen en total cerca de 64.000 ejemplares con destino a fincas de Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y Valencia, principalmente, pues Castilla y León es poco consumidora de perdices.

La producción de Segovia alcanza los 25.000 ejemplares al año, todos ellos destinados a la caza. La finca cuenta con 25.000 metros cuadrados cubiertos, lo que la sitúa entre las más importantes existentes en España de perdiz roja (alectoris rufa). La empresa, con una facturación de unos 300.000 euros anuales, tiene alquiladas otras dos granjas en Soria y Palencia de similares dimensiones a la de Segovia, en las que produce otras 9.000 y 30.000 perdices, respectivamente.

Este proyecto, que surgió de la afición familiar a la perdiz, es de ciclo cerrado y distribuye sus instalaciones en las tres fases de la producción: reproductora, incubación y cría. En primer lugar, en la reproducción, colocan a la hembra en el habitáculo y luego al macho, produciendo cada unas de las 600 parejas de que dispone una media de 50 huevos al año. Posteriormente, los huevos se colocan en las cámara de frío o conservación, pues son necesarios 21 días hasta que rompe y tres días de secado. La factoría dispone de dos máquinas: una para 9.000 huevos y otras para otros 20.000, aunque su punta máxima hasta ahora ha sido de unos 13.000, por lo que aún tiene margen de maniobra para seguir creciendo.

La máquina nacedora la fabricaron ellos mismos, “pues las que hay en el mercado son muy caras”, señalan desde la empresa en declaraciones recogidas por la Diputación Provincial. A mediados de abril empiezan a trabajar en las cámaras y en la actualidad están en un 25 por ciento de infertilidad de los huevos, aunque han llegado a alcanzar un 18. El último lote de pollitos suele salir a finales de julio. La cría se realiza en unos voladizos de unos 45 metros de largo en los que están a temperatura ambiente y en los que plantan girasol para que sirva de alimento a estas aves.

Para coger las perdices las cierran del volado hasta la nave, bajan una malla y las cogen dentro de la nave a mano o fuera en el porche. En pedidos grandes, de unas 2.000 perdices, «se necesitan entre dos y cuatro personas, aunque en un par de horas se ha completado la tarea», señaló el también alcalde de Sequera de Fresno. Cada perdiz se vende por seis o siete euros.

Imagen: Uno de los recintos que alberga las perdices en Sequera del Fresno/Diputación de Segovia