Seis vinos de Castilla y León entre los Grandes Oros de los Premios Zarcillo

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La XVIII edición nacional de los Premios Zarcillo y X internacional reconoció hoy a 16 grandes oros, entre ellos seis vinos de Castilla y León. En concreto, los elegidos de la Comunidad son ‘De Alberto Dorado’, de bodega Hijos de Alberto Gutiérrez, y ‘Diego Rivera Verdejo’, de Bodegas Servilio Arranz (DO Rueda); ‘Tresmatas crianza’, de Bodegas y Viñedos Vega de Yuso, ‘912 de Altitud crianza’, de Bodegas Veganzones, y ‘Bagús’, de Bodegas López Cristobal (DO Ribera del Duero); y ‘Gran Colegiata Original’, de Bodegas Fariña (DO Toro). Igualmente, el Premio a la Trayectoria Profesional ‘Alejandro Fernández’ recayó en el berciano José Luis Prada Méndez, conocido como ‘Prada a Tope’, propietario de la bodega Palacio de Canedo situada en Cacabelos (León), de la DO Bierzo.

Los premios fueron desvelados por el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, quien explicó que los 85 catadores son de “gran prestigio” y conforman “una composición excelente”. Además, destacó que la evaluación de los vinos se ha realizado a través de un avanzado programa informático que permite un control muy exhaustivo de los datos suministrados por los jurados durante las sesiones de cata y eso “confiere un máximo nivel de rigor a la hora de las puntuaciones finales”.

Además de los seis máximos galardones de Castilla y León, otros dos procedían de bodegas portuguesas, cinco andaluzas y una aragonesa, manchega y valenciana, en cada caso.

Durante estos días, los 85 catadores han valorado las 1.610 muestras procedentes de 33 países de los cinco continentes. Entre ellas, 796, el 49 por ciento del total, han llegado desde diferentes puntos de Castilla y León (521 tintos, 200 blancos, 63 rosados, seis licores, tres espumosos y dos de aguja). Del extranjero han llegado 234 muestras (un 32 por ciento más que la última edición de 2018) y que supone el 14,5 por ciento del total de muestras.

Igualmente, Carnero subrayó la importante labor realizada y reconocida de forma unánime por el enólogo y responsable de la Estación Enológica de Castilla y León, José Antonio Fernández Escudero, a la vez director técnico de los Zarcillo, y por el presidente ejecutivo del Concurso, Pedro Ballesteros, quien ensalzó que Castilla y León es “región puntera en el mundo del vino fino, y eso es algo muy grande”. También apeló al uso del vino como “esperanza” para luchar contra la despoblación, ya que es un “vector para ello”, motivo por el que felicitó a Carnero.

Por su parte, el consejero expuso que con este concurso la Comunidad ha sido estos días “un referente mundial del sector”, un certamen que enlaza con la apertura mañana del Duero Wine, también en la Feria de Valladolid. Además, argumentó que el “prestigio” de los Zarcillo se debe a la “amplia variedad de las muestras presentadas”; a que cumple estrictamente el reglamento de la Organización Internacional de la Viña y el Vino; en tercer lugar, dijo, porque acuden los “mejores catadores” del mundo, procedentes de 18 países; y, por último, por la “profesionalidad” que concita la app desarrollada por el Itacyl.

Carnero destacó que a lo largo de la mañana del domingo se cataron de nuevo los vinos con la mejor puntuación, “para corroborar y ratificar que eran los mejores y merecedores de los grandes oros”. “Tenemos un compromiso con el mundo del vino, sin adjetivos. Este producto es muchas cosas, pero sobre todo un vector para las relaciones sociales”, indicó.

Prada a Tope

El primer Premio Zarcillo Trayectoria ‘Alejandro Fernández’ 2021, con el que la Junta de Castilla y León quiere reconocer el trabajo de los profesionales más destacados del sector vitivinícola se ha otorgado al bodeguero berciano José Luis Prada. Como dijo Carnero, se trata de un galardón que premia el trabajo “de toda una vida y dedicación al sector del vino” y, a partir de ahí, “ha de servir como inspiración para continuar la senda del esfuerzo y la innovación”.

El jurado, presidido por el viceconsejero de Desarrollo Rural y director general del Itacyl, Jorge Llorente, otorgó el galardón por unanimidad. Sus miembros valoraron el “compromiso íntegro” de Prada por su tierra, “apostando preservar la tradición como el mejor valor de la comarca y su empeño en mejorar el futuro del Bierzo, de León y de Castilla y León desde el origen, creando un modelo de negocio comprometido con el entorno y sus productos y que le ha permitido llegar desde lo local a lo universal”.

También valoró el jurado su labor en la promoción del viñedo y del vino, así como su “firme defensa” de los premios Zarcillos desde su origen. Pionero en muchos campos como el enoturismo, Prada también trabaja para preservar el medio ambiente y los ecosistemas bercianos desde su fundación. Su último sueño es repoblar el bosque con especies autóctonas de Barredo. El jurado ha valorado igualmente su generosidad con muchos compañeros del mundo vitivinícola.

José Luis Prada nació en Cacabelos en 1945. Con 15 años se puso a trabajar en el comercio familiar al que rápidamente dio su toque personal, haciendo de su tienda en Cacabelos un lugar de referencia en el noroeste peninsular, porque allí se podrían encontrar cualquier calzado o ropa, difícil de hallar en el comercio tradicional. Pero fue más tarde, en los 90, cuando decidió invertir en el Palacio de Canedo. Hoy, Bodegas y Viñedos Prada A Tope no sólo continúan con la antigua tradición vitivinícola, sino que además ha recuperado terrenos y laderas abandonadas, dando valor y creando riqueza en el medio rural. Todo ello gracias a una filosofía de “respeto máximo a su entorno”.