Una de las lagunas con el pueblo al fondo.

Las lagunas de este pueblo segoviano forman un enclave único y con una alta singularidad. Es otra de las lagunas que hay en España, al igual que las de Doñana, pero lo que hace única a las de Cantalejo es que se asienta sobre dunas fósiles y rodeados de pinos.

Están consideradas como Lugares de Interés Comunitario (L.I.C. y Z.E.P.A.) y existen un total de 22 lagunas y otras desaparecidas. Todo ello está señalizado y hay varios paneles interpretativos y lugares específicos para que se puedan tomar fotografías de las diferentes especies que habitan.

Una laguna en el enclave de Cantalejo. Fuente Prodestur

El aguilucho lagunero es el ‘dueño’ de estas aguas y se alimenta de los distintos anfibios que habitan en estas lagunas. Las presas del aguilucho es pato focha, el galinato, rana de San Andrés, sapillo pintoja y peces como boga de río, bermejuela y pardilla.

A parte de animales, también hay gran vegetación donde destaca el carrizo, junco acuático, polígono anfibio, lirio acuático, junco florido y los pinos resineros, muy comunes por esta zona de la provincia.

El recorrido por estas lagunas se inicia en la laguna de Navahornos, pasando a la de la Cerrada, Navalayegua, Cigüeña blanca y Navaelsoto. Se recomienda llevar prismáticos para poder ver a los animales y una botella de agua llena ya que no hay fuentes para recargar agua.

Ya en el pueblo de Cantalejo, se puede visitar el trillo, la gacería, la ermita románica y la iglesia de San Andrés.