La promoción de viviendas, que se había ido recuperando tras el ‘shock’ de la pandemia del COVID-19, se redujo un 17,6 por ciento ciento en 2022, lo que refleja que este año habrá una menor carga de trabajo en las obras.

Las empresas han guardado en el cajón parte de sus proyectos inmobiliarios en Castilla y León, tras unos meses en los que se ha producido un encarecimiento de las materias primas y del crédito, lo que afecta a la financiación de las obras y al mercado inmobiliario, en relación a la firma de hipotecas para las compraventas.

Con ello, el sector de la construcción cae a niveles previos a la pandemia, con 5.065 visados en 2022, según los datos remitidos al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

El presidente de la Confederación Castellana y Leonesa de la Construcción, Javier Vega, aseguró a Ical que inician 2023 con “cierta expectativa de optimismo”, sobre todo por la ejecución de los fondos Next Generation, si bien ve con preocupación la evolución de la inflación y del Euríbor. Además, indicó que el encarecimiento de la energía y los materiales ha provocado la paralización de algunas promociones y señaló que las ventas se están viendo afectadas por la incertidumbre y la inestabilidad laboral.

Demandas

La patronal de la construcción reclama la agilización de los trámites administrativos, como la declaración responsable para la obtención de licencias o la de habitabilidad de las viviendas; el restablecimiento del sistema de revisión de precios de los contratos de obras, que acaba de ser eliminado por el Gobierno de España; facilitar la posibilidad de traer trabajadores del extranjero que suplan la falta de mano de obra que tiene el sector. También, más largo plazo, plantea incentivar la incorporación de jóvenes y mujeres al sector.

Igualmente, plantea modificar, en el caso de la Junta, la normativa urbanística en relación a la supresión de la doble densidad, la eliminación del índice de variedad de usos o la reserva de suelo para viviendas protegidas, el cambio en el porcentaje de cesión de suelo urbanizable o el incremento del módulo base del precio de viviendas protegidas. “Esto conllevaría nuevos desarrollos urbanísticos y crear más suelo para edificación de viviendas, lo que a su vez traería más actividad a la construcción y promoción de viviendas”, señalan los empresarios.

Situación de cada provincia

La construcción de viviendas sufrió varios ajustes en 2022 en Castilla y León. No obstante, la  provincia de Zamora manifestó, un incremento de los visados de dirección de obra del 36,65 por ciento, al pasar de 281 a 384 nuevas viviendas. Además, en terreno negativo destacan tres provincias por registrar las menores caídas. Se trata de Salamanca, con un 4,06 por ciento menos, hasta los 543; Burgos, con un 4,36 por ciento menos, hasta los 965, y León, con un 4,83 por ciento, hasta los 571.

Más elevadas fueron los descensos en Segovia, con un 11,31 por ciento menos y 400 visados; Ávila, con un 17,81 por ciento menos y 203 visados; Valladolid, con un 30,56 por ciento menos y 1.611 visados; Palencia, con un 32,78 por ciento menos y 244 visados, y Soria, con un 53,55 por ciento menos y 144 visados.

Menos pisos

Los promotores han metido la tijera sobre todo en el mercado de los pisos, puesto que han solicitado en 2022 un total de 2.882 visados de dirección de obra, un 23,96 por ciento menos que un año antes, mientras en el conjunto del país crecieron un 1,89 por ciento, hasta los 83.101. No obstante, destacan en la Comunidad los incrementos del 113 y 109 por ciento de Segovia y Zamora.

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