La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) alerta de la desprotección del territorio rural en la provincia de Castilla y León, con un guardia civil cada 20 kilómetros cuadrados, y es por esto que en las fiestas de Cuéllar que comienzan este fin de semana no se pueden garantizar los niveles “adecuados” de seguridad “plena”.

Jucil dio la voz de alarma en el mes de diciembre pasado por la escasa plantilla con la que se cubren los servicios en más de 260 cuarteles repartidos por la comunidad más extensa de Europa y las distancias que muchos de estos guardias deben recorrer sólo para formar una patrulla con otro agente de otro cuartel diferente convierte a Castilla y León en la región con el mundo rural más desprotegido de España. “La población crece, los delitos se incrementan y la plantilla de guardias disminuye”, afirma el secretario de Comunicación de Jucil, Agustín Leal.

“Las nueve comandancias de Castilla y León suman 4.796 guardias civiles según el catálogo elaborado en el mes de febrero de este año. Una cifra un 16 por ciento inferior a la que ese mismo documento prevé, que son 5.723 guardias. Esto significa que se contabilizan 927 vacantes en la plantilla” calculó Leal. “Hace meses indicábamos que, según nuestras estimaciones, para atender los servicios que nos demanda la sociedad castellana y leonesa serían necesarios al menos 1.200 agentes más. Nos quedamos cortos”, admitió. “Y mientras, la plantilla de Seguridad Ciudadana continúa en caída libre y resulta incapaz para atender con rapidez a las llamadas de urgencia de los ciudadanos, los auténticos perjudicados”, lamentó.

Un comunicado de Jucil destacó que los acontecimientos de los últimos meses, con el incremento de delitos tales como robos con violencia e intimidación, agresiones sexuales con penetración que han crecido el 20 por ciento en el primer trimestre del año o el caso de los homicidios y las riñas tumultuarias exigen un aumento “considerable” de la plantilla y una reordenación de las casas cuartel para que los servicios de Seguridad Ciudadana resulten “eficientes” y “eficaces”.

El alza de estos delitos en Castilla y León recogida en el Balance Trimestral de Delitos del Ministerio del Interior resulta, según la organización, “especialmente llamativa” en la demarcación de la Guardia Civil en Castilla y León, que se extiende por más del 90 por ciento del territorio de la Comunidad, lo que unido a la dispersión de los núcleos rurales se convierte en una gran dificultad en la tarea de garantizar la seguridad de los ciudadanos y de sus bienes. “Un ejemplo son las dificultades con las que se encuentran los guardias civiles para dar seguridad a miles de concentraciones que se producen durante el verano y evitar así riñas tumultuarias como la sucedida recientemente en la localidad vallisoletana de Íscar”, precisó Agustín Leal.

Solo este fin de semana, la presencia de guardias civiles será necesaria en más de un centenar de festejos taurinos que tendrán lugar en toda la Comunidad, en localidades tan destacadas como Cuéllar en Segovia, Toro en Zamora o Pedrajas de San Esteban en Valladolid. “Una circunstancia agravada por la dispersión de los cuarteles, en su gran mayoría con solo dos, tres o cuatro guardias civiles, lo que les incapacita para ofrecer un servicio de 24 horas” señaló. “O cambian las circunstancias actuales, con un guardia civil cada 20 kilómetros cuadrados de territorio, lo que equivale a un agente para atender una superficie total de 20.000 campos de fútbol, o la seguridad ciudadana se verá muy seriamente comprometida con la evolución actual”, adelantó Leal.