La Aldea, el proyecto social y televisivo que aspira a salvar a Navares de las Cuevas (Segovia) de su desaparición, tiene todavía casi la mitad de sus cuatro millones de euros de presupuesto sin cubrir. La productora esperaba haber repartido en mayo las parcelas donde se prevé construir las casas de las familias que concursarían por ganarse una nueva vida en este pueblo con 23 vecinos censados, y la grabación del programa de televisión iba a comenzar en el verano de 2015, pero la falta de financiación lo mantiene en vilo.

La directora general de La Aldea y mánager de la productora audiovisual Denkenpro, Daniela Girod, asegura que el interés por llevar a cabo la iniciativa persiste, pero “en el momento de ponerse manos a la obra han surgido millones de problemas”. “En principio el proyecto sigue adelante, aunque sí es verdad que otras comunidades se están mostrando muy interesadas en él y nos están presentando viabilidades financieras muy atractivas para que se desarrolle en alguna de sus provincias”, reconoce en declaraciones a la agencia Ical.

El proyecto comenzó a gestarse en 2012 y se presentó a la prensa el pasado 25 de marzo en la sede del Colegio de Arquitectos de Madrid. Consta de un documental sobre su desarrollo y un ‘talent show’ (el formato de ‘Master Chef’) que se emitiría en una televisión nacional, en el que 15 familias castigadas por el paro se enfrentarían a diversas pruebas para demostrar su capacidad de adaptación a una nueva vida en el medio rural. Nueve de ellas se ganarían las casas en usufructo con el compromiso de echar raíces en el municipio, lo que contribuiría a repoblarlo y facilitar el desarrollo económico de la comarca.

La venta de parcelas está preacordada y se esperaban haber repartido entre los arquitectos en un acto previsto para mayo con la asistencia de las instituciones, fundaciones, asociaciones y empresas que, en mayor o menor medida, han decidido implicarse. “La idea no era estar en esta situación a finales de junio, sino con los proyectos de obra ya terminados para empezar a construir en septiembre”, prosigue la directora general de La Aldea.

Pero aquel encuentro de mayo no se celebró finalmente, dadas las circunstancias, y todos los plazos han quedado en el aire. “Creo que tendríamos que retrasarlo todo un poco, y en lugar de que las familias entraran en julio del año que viene lo hicieran en otra época, pero no tendríamos que retrasarlo mucho más”, matiza. “Si no puede ser a mediados pues igual a finales, pero igualmente en 2015”.

 

Apoyo institucional

Para Girod, la solución a esa falta de financiación pasa por que la Junta y la Diputación de Segovia sirvan de intermediarias para la captación de capital privado “de las empresas con las que estas instituciones suelen colaborar”. “Así que estamos un poco a la espera de ver si consiguen reunir a las empresas y el dinero suficiente, y si vemos que esto no llega a buen puerto, gracias a Dios tenemos cuatro o cinco comunidades autónomas que sí están muy interesadas y podrían reunir la financiación”, incide.

Al respecto, la mánager de Denkenpro sostiene que el proyecto “ha sido muy mediático desde el principio” y en los últimos meses “no han parado de llegar ofertas” para llevarlo a cabo en otros puntos. “Incluso tenemos pueblos con terrenos municipales, con lo cual no habría que negociar con propietarios privados y podría resultar más barato”.

Sin embargo, la directora general de La Aldea dice que tiene “el corazón muy puesto en Navares” y “un compromiso moral con Vicente (el alcalde) para luchar hasta el final por sacar esto adelante”. Además, “lo óptimo no es cambiar de escenario a estas alturas”, aunque “no tendría mucha complicación y lo importante es que se haga, porque esto ha nacido del buen corazón de mucha gente y su trabajo no se puede terminar diluyendo”.

Girod avanza que en próximas fechas habrá una reunión con responsables de la Administración provincial. Y el diputado de Promoción Económica, Rafael Casado, por su parte, confirma a Ical ese próximo encuentro, pero matiza que el apoyo que puede brindar al proyecto es principalmente institucional y a nivel de asesoramiento.

“Si no hay empresas que quieran invertir, la Diputación no podría ayudar con subvenciones”, advierte Casado. Y la Junta, al menos de momento, tampoco ha comprometido dinero público ni ha concretado de manera oficial su grado de colaboración.

 

Problemas con la posada real

Entretanto, La Aldea ha estado en contacto con Patrimonio para intentar sacar adelante la rehabilitación del palacio del Marqués de Revilla (s. XVII), declarado Patrimonio Histórico Artístico de Interés Provincial en 1977. El inmueble conserva las paredes exteriores y la fachada, y con este proyecto se planteaba reconvertirlo en posada real para que sirviera de epicentro laboral de las familias que entrasen en el concurso.

Sin embargo, Girod lamenta que el inmueble tiene “pocas ventanas para hacer allí un hotel” y “Patrimonio dice que no pueden crearse más” por su protección, de modo que también en este aspecto habría que reorientar el proyecto: “Quizá construyendo al lado un edificio nuevo como posada real y utilizando el palacio como zona de ‘spa’ y restaurante, por ejemplo”.

“El caso es que estamos rizando el rizo para que se pueda hacer allí”, recalca Girod, quien asegura que esperaba “un apoyo más activo” de las administraciones. “Nosotros hemos llegado hasta donde hemos podido, y hemos reunido más de dos millones con la parte de materiales, empresas, profesionales, etcétera”.

Entre esos apoyos que sí se ha garantizado La Aldea, aparte de los arquitectos que trabajarían “de forma altruista”, destaca una conocida multinacional comercial de bricolaje y decoración; aparte de otras colaboraciones menores como una empresa que se ha ofrecido a hacer la mantelería y otra los uniformes de quienes trabajarían en la posada, por ejemplo. Asimismo, Girod cita el respaldo de colectivos como la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), la organización agraria UPA o las fundaciones Abraza la Tierra, Vive Sano y Biodiversidad.

Pero “queda casi la mitad del presupuesto, porque los obreros además no trabajan gratis”, y “el esfuerzo que tendrían que hacer la Junta y la Diputación para generar ese ‘lobby’ de empresas que haría falta es mínimo en comparación con lo que se ha hecho hasta ahora”, opina. Aunque las dificultades para seguir adelante todavía son importantes, y el ‘talent show’ deberá apostar por nuevos plazos o, si se confirma esa falta de financiación, un escenario diferente dentro de los “miles de pueblos en riesgo de desaparición que hay en el resto de España”.

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