El incendio de Navalacruz (Avila), originado el sábado de forma fortuita por un turismo en la N-502, podría quedar hoy estabilizado en todo su perímetro tras arrasar al menos 12.000 hectáreas y contar con un perímetro que podría alcanzar los 90 kilómetros. A estas horas aún preocupan dos flancos por el sur, hacia el Alberche, y otro por el norte, que podría quedar atajado en las próximas horas, según vaticinó el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien acudió a la zona del fuego, junto al delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, y advirtió de que el fuego había registrado una “expansión enormemente rápida”.

Suárez-Quiñones señaló que “no hay precedentes en dimensión” de los factores que han acelerado el fuego de la Sierra de la Paramera, los famosos 30-30-30, y justificó que en los últimos dos días se han registrado rachas de viento de hasta 60 kilómetros por hora, con medias de entre 40 y 45, con temperaturas de 38 grados y una escasa humedad del cuatro por ciento, lo que ha favorecido la expansión de las llamas.

En estos momento, incidió en que la situación del incendio, con la disminución del viento desde la última noche, el dispositivo “se ha hecho con el frente y lo ha detenido en la N-403”, donde existía un importante riesgo si la sobrepasaba, ya que “hubiera tenido un campo libre para progresar rápido”. “Ahí se ha detenido la cabeza del fuego”, explicó.

Sin embargo, prefirió ser prudente a pesar del “cierto control del perímetro”, ya que a esa estabilización “se escapa” una lengua en el flanco norte y dos del sur, donde trabajan especialmente los medios aéreos. “Esto permite considerar que en las próximas horas, si todo sigue como está, sin cambios en el viento y otras circunstancias, podamos alcanzar la estabilización. Eso significa que no hay llama y no progresa en su perímetro, lo que no significa que quede controlado porque aún está caliente y sujeto a reavivaciones”, sostuvo.

El consejero destacó la dificultad de un operativo que ha sufrido con el “viento cambiante”, un componente “muy complicado”, lo que motivó que el objetivo principal del operativo fuera proteger las poblaciones y evitar desgracias personales y la pérdida de propiedades. Reconoció que alguna vivienda auxiliar se visto afectada, pero aún no se puede determinar.

Igualmente, recordó que se han desalojado ocho núcleos de población por seguridad y que, por el momento, “no se ha producido el realojo de estas personas hasta su seguridad absoluta”. Constató, en este sentido, que en 50 y 100 personas han pasado la noche en el polideportivo Carlos Sastre de Ávila y está preparado otra instalación en Burgohondo por si el incendio se extendiera hacia el sur y fuera necesario más evacuación. “Esperamos que no sea necesario”, deseó.

Por último, destacó la colaboración administrativa en un operativo que ha desplegado en torno a un millar de combatientes contra el fuego, también de las comunidades autónomas vecinas. Agradeció a la población su “serenidad, apoyo y ayuda” y se solidarizó con el “dolor que tienen que sentir por ver cómo se quema su tierra y bienes como viviendas e incluso animales”. “Que no tengan duda de que las administraciones seguimos trabajando para hablar en las próximas horas de control del incendio”, dijo.

Críticas de los vecinos

Suárez-Quiñones se mostró comprensivo con las críticas de los habitantes de la zona, que “sufren el incendio y lo ven cerca, pero recordó que “es es un trabajo muy técnico”. “Sólo el sábado tuvimos 21 incendios el sábado y todos se han extinguido salvo este y El Raso”, dijo el consejero. “No es cierto que todos los medios se hayan ido, sino que se distribuyen” explicó.

También desmintió una información que circula por las redes sociales de que un helicóptero se dio la vuelta cuando estaba ardiendo el coche que originó el incendio junto a la carretera. “A cualquiera que tenga sentido común le parecerá imposible que eso ocurra. No ha ocurrido. Ha sido un bulo, un error o mala intención de una cuenta de Twitter no oficial y que fue retirada rápidamente por las consecuencias que implicó”, rememoró.

En este sentido, detalló la secuencia e informó de que el primer conocimiento del incendio del vehículo fue a las 10.27 horas del sábado, algo que “está registrado en la sala 1-1-2”. Se activaron los Bomberos de Ávila y la Guardia Civil, y las 10.43 horas cambió la naturaleza del suceso “porque se puso de manifiesto, por parte de las llamadas, que había pasado al medio natural, a una ladera”. Por ello, se activó un helicóptero “rápidamente”, con sus seis combatientes, y las 10.53 estaba volando, para llegar al lugar a las 11.09 horas. Allí bajó la cuadrilla y el helicóptero “no solo no se fue, sino que realizó 20 descargas de agua, dentro del tiempo que puede estar operativo antes de la parada técnica obligatoria”. Por su parte, la cuadrilla estuvo trabajando junto a otros medios durante toda la jornada. “Son informaciones inciertas y producen desazón en el propio operativo, que se está jugando la vida. Hay que apoyar y no difundir bulos porque son extraordinarios profesionales”, defendió.

Por último, consideró que serán los servicios administrativo-jurídicos los que decidirán si la Junta pide algún tipo de reclamación por el origen del fuego. “Hay un atestado de la Guardia Civil y se analizarán las responsabilidades para hacer lo que jurídicamente se tenga que hacer. Pero ahora eso no nos ocupa, sino apagar el fuego”, respondió.

Cambio climático

Por su parte, Javier Izquierdo hizo una reflexión sobre que este incendio es “otro ejemplo más” del cambio climático y los extremos adversos climatológicos. “Las medidas contra ello son cada vez más imprescindibles. Altas temperaturas, baja humedad y enorme riesgo para afrontar la extinción de estos incendios. Un llamamiento cívico hacia lo que significa el cambio climático”, aprovechó.

Izquierdo defendió la actuación de los medios del Gobierno en este fuego “en todo momento y a todos los niveles” y su apoyo a la Junta, con 400 efectivos desplegados entre la UME (313) y las brigadas y pilotos de los medios aéreos, un total de 13, entre aviones anfibios, uno de ellos procedente de Lavacolla, en Santiago de Compostela, junto a helicópteros y otros dos kamov, que pueden llegar a transportar hasta 4.500 litros de agua. A ellos se suma el avión con base en La Virgen del Camino para la coordinación y ordenación del tráfico aéreo y para obtener información “importante sobre imágenes del desarrollo del incendio”.

Igualmente, recordó la solicitud del satélite Copernicus para obtener imágenes del incendio y sacar lecciones; agradeció el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado; y puso en valor la colaboración administrativa con “un esfuerzo muy intenso”. Tampoco olvidó la “pieza fundamental” que son alcaldes y vecinos y su más profundo agradecimiento al millar de personas que “se baten contra el fuego y que a veces implica riesgo contra sus vidas”. “Esto no es un divertimento, es un trabajo durísimo en condiciones extremas de estos servidores públicos”, dijo.

Por último, sobre la posible petición como zona catastrófica, recordó que existe un real decreto aprobado hace dos años que permite llevar a cabo el análisis y otorgar ayudas a las corporaciones locales cuando se ven afectados por este tipo de sucesos para declararlo como zona catastrófica, algo que ya se aplicó, por ejemplo, en el caso de la tormenta Filomena. En todo caso, la última palabra la tendrá el Consejo de Ministros.