El Centro Juan Pablo II para menores estrena un edificio polivalente con tres salas destinadas a talleres, psicomotricidad, deporte y formación. Los residentes del centro, menores cuyos derechos fundamentales se han visto vulnerados, contarán así con una instalación que favorecerá su relación interpersonal y mejorará su bienestar emocional y la interiorización de rutinas. Esta inauguración se incluye dentro de los objetivos del Área de Asuntos Sociales de la Diputación y de su Estrategia de Innovación 2021-2025, por los que la institución provincial continúa avanzando, junto al compromiso de la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, en su modelo de atención centrada en las personas.

En un breve acto de inauguración en el que el presidente de la institución provincial y titular del Área, Miguel Ángel de Vicente, ha querido acompañar a la directora del Centro, Marta Gómez Lobo, en el estreno de esta infraestructura, ubicada en el mismo centro Juan Pablo II, ambos han querido hacer hincapié en la importancia que estas salas tendrán para los profesionales del centro a la hora de favorecer diferentes herramientas y recursos de trabajo, que les permitan desarrollar de manera efectiva la relevante labor de acompañamiento a estos menores, quienes, a una edad temprana, han visto vulnerados sus derechos fundamentales y han sufrido experiencias vitales complicadas y en muchos casos traumáticas.

“Teniendo en cuenta que el centro pretende ser, para ellos, un entorno protector y rehabilitador, el hecho de contar con estas dependencias, que formaban parte de un edificio en desuso, garantiza múltiples prestaciones que van desde el aspecto lúdico hasta el formativo”, destacaba Miguel Ángel de Vicente, apuntando que las salas han sido estructuradas por el Servicio de Arquitectura de la Diputación, responsable de la ejecución del proyecto, como sala de psicomotricidad y deporte, sala de trabajo y sala taller.

En primer lugar, el presidente destacaba el juego como “fundamental en el desarrollo global y uniforme del niño, ya que influye en su desarrollo intelectual, afectivo y social”. Así, el nuevo espacio del centro permitirá favorecer la estimulación y la capacidad cognitiva de sus usuarios, además de contribuir al conocimiento de su cuerpo, su control postural, el equilibrio, la coordinación o el sentido del espacio, entre otros. “A través del juego, el deporte o la psicomotricidad los profesionales del centro también podrán trabajar con los pequeños cuestiones como las relaciones interpersonales, el desarrollo socioafectivo, el bienestar emocional o, algo fundamental a estas edades, el aprendizaje y la interiorización de rutinas y normas”, matizaba el presidente de la institución provincial.

Del mismo modo, como sala taller, la nueva estancia podrá ser aprovechada para la realización de talleres de pintura o manualidades, que complementen los beneficios anteriormente mencionados, mientras que, como sala de trabajo, la directora del centro, Marta Gómez Lobo, pretende que pueda servir tanto a los residentes como a los trabajadores.

Y es que, dotada de la tecnología y el mobiliario necesarios para la realización de cursos, reuniones de trabajo y sesiones de convivencia, la sala puede, además, ser un lugar de estudio o Internet y servir también de sala de cine para que adultos y pequeños interactúen. “El cuidado y la atención a las personas se extiende a todo el equipo, ya que quienes trabajan y viven diariamente con los niños suponen el recurso más importante de la residencia”, aseguraba la directora, añadiendo que “la buena relación entre los componentes del equipo de profesionales sustenta el trabajo bien hecho con los niños y niñas que viven en el centro Juan Pablo II”.

Con una inversión de más de 100.000 euros, este nuevo edificio de usos múltiples se suma a las últimas mejoras arquitectónicas realizadas en las distintas residencias dependientes de la Diputación, que, especialmente después de la pandemia, han servido para acondicionar y adaptar las dependencias residenciales provinciales a las distintas necesidades de sus usuarios, mejorando, con ello, el trato y la atención a las personas que en ellas habitan.