Las ventas de automóviles de segunda mano en Castilla y León (turismos y todoterrenos) registraron una subida del 11,4 por ciento en el primer semestre del año, hasta situarse en 39.730 unidades, según ‘El Informe sobre el Mercado de Vehículos de Ocasión’ elaborado por la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam). En España, las compras de este tipo de automóviles aumentaron un 9,5 por ciento hasta junio, situándose en 749.670 unidades.

Fuentes de Ganvam aseguraron en una nota de prensa recibida por Ical que estos datos demuestran que el mercado de usados “recupera su tendencia alcista” después de la caída iniciada a finales de 2008, gracias, principalmente, al impulso del Plan 2000E que ha actuado como “un auténtico revulsivo” para la venta de vehículos nuevos, animando indirectamente el mercado de usados y “devolviendo la confianza necesaria al consumidor para adquirir un coche”.

Castilla y León fue la sexta comunidad que más incrementó sus ventas de usados hasta junio, sólo por detrás de Extremadura, con una subida del 16,7 por ciento; Navarra (15,7 por ciento); Cantabria (13,4 por ciento); Andalucía (11,6 por ciento) y Cataluña (11,6 por ciento). Además, concentró un 5,3 por ciento de las comercializaciones nacionales.

Por provincias, Salamanca registró el mayor aumento de ventas de vehículos de segunda mano en la región (19,9 por ciento), seguida de Burgos (14,1 por ciento), Palencia (13 por ciento), Soria (11,4 por ciento), León (10,6 por ciento) y Zamora (9,4 por ciento). Por su parte, Segovia, con una subida del 9,3 por ciento; Ávila, con un 9,1 por ciento, y Valladolid, con un 5 por ciento, fueron las zonas donde se registraron menos transacciones.

En el primer semestre, las ventas nacionales de turismos de ocasión superaron a las de nuevos en un 24 por ciento, lo que supone una relación de 1,2 a 1, con un retroceso a niveles del año 2007. Desde Ganvam, aseguraron que esto responde a la fuerte subida de la demanda de nuevos hasta junio, que se elevó un 39,5 por ciento, gracias al efecto dinamizador del Plan 2000E.

De esta forma, España se aleja de nuevo de los principales países fabricantes de la Unión Europea, situándose a tan solo siete décimas de Alemania y a nueve de Italia, y a mucha distancia todavía de países como Francia o Reino Unido, que acumulan un diferencial de 1,5 y 2 puntos, respectivamente, con respecto al mercado nacional.

El informe de Ganvam constata que el mercado de vehículos usados sigue, principalmente, en manos de particulares, los cuales concentran más de la mitad de las ventas (55 por ciento), mientras que el 30 por ciento se canaliza directamente desde las redes oficiales de concesionarios. Las compra-ventas independientes acaparan un 14 por ciento del mercado, mientras que las empresas alquiladoras apenas representaron un 1 por ciento del total hasta junio.

 

Tipología

Por otro lado, el estudio constata la tendencia creciente de los españoles hacia la compra de vehículos ‘mileuristas’, caracterizados por su menor precio y su mayor antigüedad y kilometraje, lo que está motivando un envejecimiento progresivo del parque.

Así, el 62 por ciento de los automóviles vendidos en el primer semestre en las redes oficiales y vendedores independientes tenían ocho o más años de antigüedad. Los seminuevos, con menos de tres años, procedentes generalmente de kilómetro cero y de flotas (alquiler, ‘renting’, ‘rent a car’, etc.) apenas representaron el 15 por ciento.

Si se atiende a las transacciones entre particulares, los “reyes indiscutibles» siguen siendo los vehículos de más de ocho años que representan el 76 por ciento de las ventas, mientras que los automóviles con menos de tres años apenas suponen un 8 por ciento de las operaciones realizadas entre los propios usuarios.

En relación al tipo de vehículo, el estudio evidencia que los automóviles de gama baja y media-baja siguen capitalizando las ventas de usados ya que casi siete de cada diez pertenecen a este segmento. No obstante, en el último año se observa cómo los vehículos de gama media-alta han ganado terreno a los inferiores, hasta el punto de suponer ya casi la cuarta parte (23 por ciento) de las ventas. El segmento alto apenas representa un 7 por ciento del mercado.

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