Castilla y León registró en 2010 un total de 20.555 nacimientos y 26.870 defunciones, lo que arroja un crecimiento vegetativo negativo de 6.315 personas, frente un saldo positivo para España en 105.388 habitantes. La Comunidad fue la segunda autonomía que registró un peor comportamiento en esta materia, sólo por detrás de Galicia, que contabilizó un saldo vegetativo negativo de 7.694 personas, según el INE.

Por provincias, únicamente Valladolid registró un saldo vegetativo positivo de 567 personas, frente a crecimientos negativos para el resto, con especial relevancia en León, con –2.300 personas, seguida de Zamora, -1.321, y Salamanca, -1.077. Asimismo, crecimiento vegetativo fue negativo en Palencia (-815), Ávila (-607), Soria (-356), Segovia (-214), y Burgos (-192).

El número de nacimientos se elevó un 0,6 % en Castilla y León en 2010, mientras que las defunciones descendieron un uno por ciento. En España, los nacimientos (484.055) bajaron un 2,2% y los fallecimientos (378.667), un 1,6%

La tasa bruta de natalidad se situó en Castilla y León en 8,16 nacimientos por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de los 10,73 para la media del conjunto de las autonomías. Asimismo, la tasa bruta de mortalidad alcanzó en Castilla y León los 10,67 fallecidos por cada 1.000 habitantes, muy superior a los 8,35 de la media española.

El informe constata que en Castilla y León durante 2010 se formalizaron un total de 8.337 matrimonios, lo que supone un 3,3% menos que los contabilizados en 2009. En España, se registraron 169.020 matrimonios, con una merma del 3,6%. La tasa bruta de nupcialidad (matrimonio por cada 1.000 habitantes), se situó en Castilla y León en 3,34, por debajo del 3,67 de la media nacional.

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