El ministro de Sanidad, Salvador Illa, calificó hoy como “una decisión correcta” el cambio de criterio de la Junta de Castilla y León de frenar la velocidad de desescalada para las provincias de la Comunidad más próximas a Madrid. El pasado jueves la consejera de Sanidad del Ejecutivo regional, Verónica Casado, anunció esta decisión por criterios de “prudencia”, que suponía frenar el ritmo de la desescalada para las provincias de Salamanca, Ávila, Soria y Segovia, haciendo que la comunidad evolucione de manera asimétrica en estos últimos compases del estado de alarma, que dejará de estar en vigor el próximo 21 de junio.

Illa lo consideró una “actitud muy prudente” que no ocultó compartir, como así se lo hizo saber a la Junta en las dos reuniones bilaterales que mantuvo en esta semana. “Es una decisión correcta, ajustada a la realidad epidemiológica” confirmó a preguntas de Ical en la rueda de prensa ofrecida este viernes desde La Moncloa.

El ministro incidió en que dejar a estas cuatro provincias del sur de la Comunidad en la fase II de la desescalada “era la mejor decisión”, algo que dijo “compartimos de forma conjunta” con la región, al igual que la de limitar la movilidad entre las distintas provincias de la Comunidad, dado el elevado riesgo de nuevos brotes que aún existe, como se ha demostrado en comunidades vecinas como el País Vasco.

Illa confirmó no obstante que, una vez decaiga el estado de alarma en la madrugada del 20 al 21 de junio, todo el territorio nacional estará en la fase de nueva normalidad, por lo que estas cuatro provincias, así como la Comunidad de Madrid, estarán desde ese domingo ya en ese estado: “no tendrán que pasar por la fase III”, puntualizó. De hecho, a partir de ese momento “no habrá restricciones a la movilidad” en ningún lugar del territorio.

Durante su intervención, en la que compareció junto al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, Illa aseguró que el Gobierno de España “lo ha dado todo” durante esta pandemia, “lo que tenía y lo que no tenía” matizó, para derrotar al virus.

Simón observó cómo este proceso de desescalada ha aportado mucha información y un “debate muy interesante” para el Gobierno y las comunidades autónomas, en cuanto a la “discusión y percepción de los riesgos”. Un “aprendizaje” con el que no dudó en señalar que el estado de alarma ha sido una herramienta muy útil y que “si hay que volverlo a usar se hará”. En este punto volvió a dejar buena parte de la evolución de la pandemia en los “comportamientos individuales responsables” porque, como advirtió, “el virus sigue ahí” independientemente de la fase en la que nos encontremos.