Agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) evitaron en los últimos días “hasta en tres ocasiones” posibles hurtos en Segovia por parte de carteristas del ‘clan de las bosnias’ de Madrid. Las autoridades advierten que este grupo se está trasladando a otras ciudades limítrofes, “donde aún no son tan conocidas y puedan delinquir con mayor facilidad”.

La Subdelegación del Gobierno en Segovia precisó que la presencia de estas mujeres se detectó “gracias a los dispositivos de prevención de hurtos en zonas turísticas y comerciales de la ciudad que viene desarrollando la Policía Nacional”. Las integrantes del ‘clan de las bosnias’ “se hicieron famosas hace poco más de un año, cuando fueron detenidas y un juez les puso como medida cautelar que no pudieran acceder al Metro de Madrid”, recordaron las mismas fuentes en un comunicado. Desde entonces, según la Brigada Móvil del CNP, los robos en el metropolitano bajaron hasta un 40 por ciento.

Y en los últimos días, agentes de la Policía Nacional de Segovia identificaron y trasladaron a varias carteristas de esta organización a la comisaría segoviana, todas “con numerosos antecedentes policiales por robos de este tipo”; de hecho, alguna de ellas incluso superaba el centenar de detenciones. Y “tras su total identificación, abandonaron estas dependencias y dejaron la ciudad”.

 

‘Modus operandi’

La Policía explica que las integrantes del grupo se hacen pasar por turistas y se camuflan entre sus potenciales víctimas, portando grandes mapas que utilizan como ‘muletas’ para ocultar sus manos cuando cometen los hurtos. Suelen rodear a la víctima, a la que muestran el mapa y le preguntan por alguna dirección para distraer su atención mientras alguna de ellas logra sustraerle la cartera.

También suelen llevar gorros de diferentes colores y grandes pañuelos, para cambiar su apariencia y dificultar su localización por parte las víctimas y los antes. El método que suelen utilizar es el conocido como ‘el tapón’, con el que el grupo actúa perfectamente coordinado y aprovecha un lugar concurrido para rodear a la víctima elegida y apoderarse del bolso, la cartera o cualquier otro efecto que lleve.

Una vez cometido el hurto, un miembro del grupo abandona el lugar rápidamente, utilizando una chaqueta o periódico para esconder lo sustraído. Cuando se considera fuera de peligro, coge el dinero y se deshace de la cartera, arrojándola en una papelera.

Un ‘modus operandi’ que presuntamente habrían llevado a cabo también en Segovia, aunque las autoridades sostienen que ya “dejaron la ciudad”.

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