“Si tengo que hablar de balances, sólo puedo hacerlo de la satisfacción que
supone poder estar un mes de mayo más viendo el trabajo constante y permanente
que se desarrolla en las Aulas de Manualidades”, ha sido una de las frases repetidas
por el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, en cada una de las nueve
inauguraciones de las exposiciones zonales de las Aulas de Manualidades de la
institución provincial, celebradas desde el miércoles en Juarros de Voltoya,
Muñopedro, Encinillas, Hontalbilla, Vallelado, Escarabajosa de Cabezas, Valdevacas de
Montejo, Fresno de Cantespino y La Matilla. Estas tres últimas, que vivieron su puesta
de largo ayer, permanecerán abiertas hasta el próximo 24 de mayo en horario de
tarde.
De Vicente, acompañado por los alcaldes que gobiernan en estas localidades
que han ejercido de sedes de las exposiciones y por varios miembros de la corporación
provincial, ha sido el encargado de inaugurar las diferentes muestras, que han vuelto a
congregar en ellas a centenares de visitantes y regidores y concejales de los 160
pueblos participantes en el programa y han vuelto a ser el reflejo de la capacidad para
reinventarse de las personas que viven en el territorio y son aficionadas a los trabajos
manuales.

Entre los objetos más curiosos y menos comunes de estas exposiciones, que se
repiten año a año como colofón al curso, se han podido ver en este 2023 desde
cabezudos infantiles de piratas o superhéroes, dibujos hechos con arena,
atrapasueños, vajillas de café o churreras, hasta capotes de torero, cinturones de
hombre para colgar castañuelas o monteras de alcaldesa, pasando por jabones
artesanos hechos a mano. Tampoco faltan, entre las piezas que se exhiben en los
distintos pueblos, algunas de las siempre presentes en estas Aulas, como monederos,
manteles, mantas, bandejas, cofres, percheros, colgadores de llaves, lienzos, espejos,
maceteros, elementos decorativos navideños, tarros, jarrones, tejas pintadas o
espejos. Además, como curiosidades expuestas en las muestras inauguradas esta
semana y, en concreto, en Encinillas, figuran las chisteras pintadas por algunos de los
residentes del CAPDI Los Juncos o las bolsas de tela pintadas por la diputada María
Cuesta, alumna de las Aulas de Manualidades de Espirdo.
Estas Aulas, que como ha subrayado Miguel Ángel de Vicente en sus diferentes
discursos sirven “para tejer conversaciones, recuperar tiempos perdidos o poder pintar
esos momentos de bajón que todos podemos tener”, también son, en palabras de
María Puy Ignacio -una de los más de diez monitores que participan en el programa-
“un punto de encuentro en el que los participantes tienen que pensar y trabajar”. Ella,
que además es profesora en los centros dependientes de la Diputación, destaca que
este programa de manualidades permite comprobar “cómo las personas que viven en
estos centros se sienten útiles o cómo afrontan tener que pensar o tener que hacer
este tipo de actividades”. “Normalmente la iniciativa es muy enriquecedora para
ellos”, añade.
“No ha sido una legislatura fácil y tengo que darles las gracias por su
participación, que ni en pandemia ha evitado que se celebraran estos programas
comunitarios”, apuntaba Miguel Ángel de Vicente al término de cada inauguración,
concluyendo que “ustedes nos devuelven el esfuerzo y la decisión que tomamos cada
año al mantener estos proyectos”.