Los cazadores del centro y sur apenas han visto bandos de codornices mientras que en el norte ha habido casos de alcanzar el cupo máximo de 25 perchas.
La media de veda de caza se ha iniciado de forma “muy irregular” en las diferentes comarcas y provincias de Castilla y León, marcada por la sequía y el cambio climático, lo que genera que apenas haya habido codornices en el campo del centro y sur de la Comunidad. En cambio, numerosos cazadores en territorios como Burgos, León y Palencia han alcanzado el cupo máximo de 25 codornices, por lo que la media de veda arrancó con mejores perspectivas que el año pasado.
El adjunto a la Presidencia de la Federación regional de Caza y responsable de caza menor, el zamorano José Antonio Prada, reconoció en una entrevista que la ausencia de paja, que es un lugar de refugio para las aves, ha provocado que las especies hayan huido a otros lugares en busca de un protección. “Algunos agricultores nos han dicho que este año se ha retirado pronto la paja porque tenía un precio alto en el mercado”, precisó. Tampoco ayuda, señaló, que en algunas fincas ya han pasado las gradas.
Lamentó estas modernas prácticas agrícolas que no favorecen la permanencia de las especies en el campo. Y es que aseguró que la codorniz había tenido una buena entrada en numerosas zonas, lo que favorecería, en principio, su caza.
Prada puso el ejemplo del lugar donde caza, Puentesaúco (Zamora), donde prima el secano y las tierras están secas. “Pisas las fincas y el suelo cruje por la falta de agua”, explicó. “Al no haber hábitat, los animales buscan otros lugares. Ni siquiera se ven las codornices”, señaló. En cambio, valles de regadío como Toro se han cobrado numerosas codornices. En todo caso, nada comparable con las perchas logradas en las provincias del norte de la Comunidad, no solo por que la sequía apenas ha hecho estragos sino porque son lugares donde aún se está con la cosecha de cereal.
Prada subrayó que Castilla y León es una comunidad muy extensa. De ahí, las diferencias entre una zona y otra, sin olvidar que el cambio climático ha agravado la situación de sequía por la que atraviesa el campo. “Tenemos un grupo de Whatsapp de cazadores y me comentaban que en la provincia de Salamanca se habían cobrado seis codornices entre nueve escopetas. Algo muy flojo, que es la tónica general en el sur de la Comunidad”, aseveró.
La Federación de Caza de Castilla y León ya anunció que en función de las zonas geográficas, se esperaba una respuesta en capturas acorde a lo que normalmente ocurre en año seco, con un nivel “aceptable” o “bueno” en la zona norte de la Comunidad y “muy escaso” en la sur.
La media veda se prolongará hasta el 15 de septiembre para la codorniz, la urraca, la corneja, el conejo y el zorro mientras que a partir del día 25 se podrá cazar la tórtola común, la paloma torcaz y la paloma bravía. El adjunto a la Presidencia de la Federación autonómica de Caza significó que el conejo se ha convertido en muchas zonas en la principal especie a cazar, al ser cazable durante la media veda. “Es algo atípico pero es la única forma de que la gente se entretenga”, sentenció.