El virólogo segoviano Juan Reguera, que cuenta con su propio equipo de investigación de la Universidad de Marsella, remarcó hoy que hay que ganar tiempo al COVID-19 y hay que aprovechar los meses de verano en el que está claro que el virus está más “tranquilo y menos virulento” para prepararse para una segunda infección porque la probabilidad de un rebrote es “muy alta”. Si bien, precisó que aunque sea “agresivo se va a poder controlar” pero hay que “estar muy atento”.

En el webinar ‘Los secretos del coronavirus: presente y futuro’, organizado por la Fundación Caja Rural de Segovia, el experto alertó de la importancia de no parar la investigación y apostar por la ciencia y por los científicos, y lamentó que no haya ocurrido en el pasado porque tras el SARS, que se inició en China, se paró la investigación sobre los coronavirus y si se hubiera mantenido en el tiempo ahora habría más posibilidades de tratamiento e, incluso, si se hubiera desarrollado una vacuna se hubiera podido “modificar más rápidamente a este COVID”.

Juan Reguera mantuvo que es de origen natural y que es un virus nuevo que nunca ha estado en un laboratorio. En su opinión, se trata de “una recombinación” de dos virus que se encontraron en un mismo animal, poniendo el símil de la suma del material genético de un hombre y una mujer en la concepción humano.

Sobre esta base, el científico segoviano explicó que se estaría ante un virus tipo SARS y otro que afecta a las vías altas respiratorias y de “esta recombinación salió un virus con las dos características”, que además tuvo una expansión muy rápida. Reguera destacó que las medidas que se han tomado a nivel europeo han sido eficaces y de ahí que ahora el virus esté más debilitado pero no porque “tome decisiones”.

En el otoño, en octubre, se seguirá aprendiendo mucho, según el virólogo segoviano, porque hay que seguir probando muchos antivirales y las vacunas, dejando claro que la comercialización, la llegada al mercado, será posterior. Su opinión es que no habrá una vacuna hasta dentro de un año o año y medio.

En el lado positivo de la balanza, Juan Reguera destacó que le ha dejado “bastante impresionado” por la reacción mundial en sólo tres meses, todos los hospitales del mundo tiene un diagnóstico específico para el COVID-19 con los PCR y los test serológicos, con “una coordinación e infraestructura que nunca había ocurrido antes y esto es excepcional y positivo”.

El doctor en Bioquímica y Biología Molecular aconsejó que lo mejor es tener test “más baratos, eficientes y seguros”, y es totalmente innecesario por hacer muestreos a todo el mundo porque no va a aportar más información y lo que hay que hacer es “gasta energía de la forma más eficiente”. Además, dijo que no ve contradicción en los mensajes sobre el uso de las mascarillas porque son decisiones en momentos diferentes.

Juan Reguera dejó claro que ante un PCR negativo, los ciudadanos tienen que seguir adelante con su vida. En todas las actividades que se vayan a acometer en las próximas semanas, relacionadas con la época estival, las recomendaciones son las mismas, evitar las aglomeraciones y el contacto con mucha gente, sean en piscinas o en la calle. En todo caso, hay que apostar por los espacios ventilados y estar en contacto con grupos pequeños de personas.

Hábitos sociales

Sobre las causas de la alta incidencia del COVID-19 en Segovia, Juan Reguera señaló la cercanía con Madrid, con un alto número de personas que van y vienen por motivos laborales o de estudios. En segundo lugar, la gestión del hospital, no es que sea la causa, matizó, sino un problema que hay que solucionar y, en tercer lugar, el tipo de unidades familiares, con cuatro o cinco personas que conviven en espacios reducidos, así como “relaciones sociales cercanas con más contacto con la gente”.