Algo de esto intuyen los sufridos segovianos que buscan alquilar una vivienda, pero todos los estudios confirman la sensación de que los alquileres segovianos están por las nubes. De tal modo que hay quien habla incluso ya de una ‘burbuja’ del alquiler. Esa supuesta burbuja sitúa las rentas a precios no vistos en los últimos años en Castilla y León, de forma que ya cuesta menos al mes comprar una vivienda que arrendarla. De hecho, las rentas que pagan los inquilinos son ya un 40 por ciento superiores a la cuota hipotecaria media de la Comunidad, que ronda los 416 euros mensuales, frente a los 589 euros que cobran los propietarios a quienes residen en sus casas.

En concreto, Segovia es la capital más cara de Castilla y León, con una media de 701 euros de alquiler, seguida por Salamanca (659) y Valladolid (625). Por provincias, Ávila y Soria son de las más económicas del país y la Comunidad, con 386 y 400 euros mensuales. Le siguieron Palencia (421), Zamora (470), León (502), Burgos (549), Salamanca (582), Segovia (614) y Valladolid (625).

Los precios de la Comunidad se mantiene alejados de los valores que se registran en Barcelona, que fue la capital con el alquiler más alto: 1.701 euros al mes, seguida de Madrid (1.652), San Sebastián (1.352), Bilbao (1.097) y Palma de Mallorca (1.090).

Todo ello obliga a los castellanos y leoneses a dedicar, de media, más de un tercio de sus ingresos al pago de la renta de alquiler, mientras que la cuota hipotecaria absorbe el 24,54 por ciento, según los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles de España. Mientras las hipotecas crecen a un ritmo del dos por ciento interanual, los alquileres aumentaron más de un 14 por ciento en el primer trimestre del año.

La situación deriva de la aversión de los castellanos y leoneses a la compra de una vivienda por la situación de crisis económica, el riesgo al desempleo y las consecuencias que generaron los desahucios en miles de familias. La incertidumbre frenó en seco las operaciones de compraventa y animó los alquileres, como alternativa poco habitual en España, frente a la tendencia europea.

Otros factores que han hecho subir los precios como la espuma fueron el ‘tirón’ de los alquileres turísticos, pisos en los centros de los ciudades que se ofrecen como alojamientos para visitantes. También muchos ahorradores e inversores aprovecharon los bajos precios para hacerse con propiedades inmobiliarias y alquilarlas, como vía para obtener una alta rentabilidad.

Alquileres que vuelan

Los alquileres inmediatos, aquellos que han estado menos de 48 horas en el mercado, supusieron en el mes de abril el 12 por ciento de todas las operaciones de arrendamiento que se cerraron en toda Castilla y León, según un estudio publicado por Idealista. Aun así, las diferencias entre mercados son notables, ya que en algunas capitales estos alquileres ultrarrápidos son inexistentes mientras que en otros suponen un cuarto de todas las operaciones.

Burgos es la capital de Castilla y León donde más pisos se alquilan en 48 horas, con un 23 por ciento, seguida de Salamanca y Soria, con un 17 por ciento, y Valladolid (13 por ciento). Le siguen Segovia (once por ciento), León (diez por ciento) y Ávila (tres por ciento). En Zamora ninguno de las viviendas, según el portal inmobiliario, se alquiló de forma rápida, mientras que no ofrece datos de Palencia.

Control

El jefe de estudios de Idealista, Fernando Encinar, propone para controlar los precios incentivar a los propietarios de casas vacías para que las saquen al mercado del alquiler; potenciar proyectos público-privados de vivienda en alquiler en suelos dotacionales públicos; aprobar desgravaciones fiscales, ayudas a la reforma, licencias exprés para cambios de uso de otro tipo de inmuebles (como naves o locales comerciales) para que puedan ser reformados como viviendas y perseguir la ocupación.

Además, el Ministerio de Fomento está explorando “opciones” para favorecer que los precios bajen porque según su titular existen muchas viviendas que se pueden poner en el mercado. “Evaluamos alternativas para seguir legislando para conseguir esa moderación. No será por la vía de establecer un límite al precio del alquiler, porque no sirve”, recalcó Íñigo de la Serna recientemente.