Castilla y León aprobará este año un nuevo plan de internacionalización, el quinto, para reforzar su presencia en los mercados exteriores como base para que pueda crecer su tejido productivo. La tarea se presenta ardua y difícil en un contexto de competencia globalizada y una crisis a escala mundial por la pandemia.

El año COVID todo se paralizó durante los meses del primer estado de alarma y los exportadores regulares, aquellos que han vendido en otros países al menos durante los últimos cuatro años de forma consecutiva, retrocedieron, y una empresa salió del listado, hasta las 1.845. El ejercicio retrotrajo las ventas de la Comunidad fuera a niveles de 2014, con 13.442,84 millones, y una merma del 14,9 por ciento.

Sin embargo, los datos del Ejecutivo autonómico indican que el tejido productivo regional quiere dar el salto exterior, y sumó 270 nuevas empresas exportadoras, un 4,1 por ciento más que el año anterior, hasta un total de 6.848, según los datos facilitados a Ical, por la Consejería de Economía y Hacienda.

La consolidación internacional de los negocios sigue siendo la asignatura pendiente, ya que su número apenas varió en los últimos tres años, con 1.811 en 2018 y 1.846 en 2019, con una menos en 2020. Asimismo, desde el año 2008, es decir, los últimos 13 años, Castilla y León sumó 596, desde las 1.249, lo que supone un crecimiento del 47,7 por ciento.

Este dato contrasta con el aumento de la base exportadora global, ya que en el año 2008 había 3.609 empresas exportadoras, y su número siguió incrementándose a lo largo de los ejercicios alcanzando las 6.848 empresas en 2020, a la finalización del IV Plan, lo que ha supuesto un incremento del 90 por ciento en los últimos trece años.

Sectores

El informe facilitado a Ical indica que el sector de bienes de consumo contaba en 2020 con 1.122 empresas que exportaron, un 17,8 por ciento más que en 2019; las actividades de venta de bebidas fuera crecieron un 4,2 por ciento, hasta 884; y las de agroalimentación, un 2,9 por ciento. Asimismo, se contabilizaron 5.052 empresa exportadoras de productos industriales y tecnología, con un aumento del 0,7 por ciento.

En relación a los exportadores regulares, el sector de productos industriales y tecnología contaba en 2020, con 1.123 actividades que llevaban más de cuatro año exportando, con un aumento del 2,5 por ciento. Asimismo, crecieron en bebidas un 0,7 por ciento, con 411; y permanecieron estables en agroalimentación, con 486. Por el contrario, bajaron un 4,1 por ciento en bienes de consumo, con 254.

Así, el sector de productos industriales y tecnología concentraba en 2020, a un 73 por ciento de las empresas exportadoras regionales seguido por el de bienes de consumo, con un 16 por ciento. El resto se divide entre empresas del sector agroalimentario, un 15 por ciento, y de bebidas, un 13 por ciento.

En el caso de las exportadoras regulares en el año 2020, el sector de productos industriales y tecnología concentra a un 61 por ciento de las empresas exportadoras regionales seguido por el agroalimentario, con un 26 por ciento. El resto se divide entre empresas del sector de bebidas, un 22 por ciento, y de bienes de consumo, con un 14 por ciento.

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El departamento que dirige el consejero Carlos Fernández Carriedo ofreció una foto del tejido empresarial exportador a Ical, y remarcó el crecimiento del número de empresas que realizan actividades de comercio exterior en la comunidad, pero también que el grueso de estas actividades envían al exterior pequeñas producciones.

En concreto, el año pasado aproximadamente el 68 por ciento de las empresas exportaron menos de 25.000 euros, un 28 por ciento exportó entre 25.000 euros y cinco millones y solamente un tres por ciento notificó que exporta entre 5 y 50 millones. En cifras, absolutas, en 2020 había 3.651 empresas que exportaban menos de 5.000 euros; y 1.052 con entre 5.000 y 25.000. Sólo 30 exportaron por encima de los 50 millones de euros, aunque la Junta indica que carece de datos de momento de la distribución.

Lo cierto, es que el volumen sumado de 6.818 empresas de la Comunidad alcanzaría los 4.275,7 millones de euros, mientras que las otras 30, las grandes compañías de la automoción, acapararían los 9.167,14 millones restantes del mercado exterior.

En el caso de las empresas exportadoras regulares, y según los últimos datos registrados en 2020, aproximadamente el 53 por ciento de las empresas regulares exportan entre 50.000 euros y cinco millones, un 35 por ciento exporta menos de 50.000 euros y solamente un diez por ciento notificó una exportación entre cinco millones y 250 millones.

«Salida natural» para pymes

Estos datos demuestran, en palabras del consejero de Economía y Hacienda de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, que Castilla y León es «una Comunidad claramente exportadora, de las pocas en España con un saldo comercial positivo» a pesar de la caída generalizada de las exportaciones en el mundo como consecuencia de la pandemia de COVID-19.

Sin embargo, Carriedo destaca que a pesar de este contexto en el que las compañías exportan menos, «en Castilla y León hay más empresas que exportan, porque ven la exportación como la única salida» y porque, además, la Comunidad cuenta con «empresas muy diversificadas y competitivas», siendo la venta al exterior «la salida natural» porque pueden competir en los mercados «en términos de calidad».

Ahora el objetivo, como expresa Carriedo en declaraciones a Ical, es por un lado «permanecer en el tiempo», de cara a que las empresas no salgan «solo una vez», máxime cuando Castilla y León cuenta con compañías que «tienen vocación de cumplir y consolidarse en el mercado». Y es que, como explica el consejero de Economía y Hacienda, «permanecer en el tiempo es competir» y abrir mercados a otras empresas de Castilla y León por convertir los productos de la Comunidad en «referencia».

La otra gran meta que se plantean desde la Consejería de Economía y Hacienda es que el número de pymes que exporta aumente, frente a la idea que se tenía de que exportar es solo para las grandes empresas. «Cuando unas pymes ven que otras pueden exportar y consolidarse en los mercados, se animan a presentarse en los mercados internacionales», relata Fernández Carriedo, quien concluye que, en el actual contexto, «lo que caracteriza a las empresas exportadoras no es tanto su tamaño como su calidad, competitividad y garantía».