Cerca de un millar de personas acudieron a la convocatoria realizada a través de redes sociales para criticar “el expolio de Caja Segovia” y la desaparición de su Obra Social y Cultural. Frente a la sede central de la entidad, ocupada en su mayoría por Bankia actualmente, los ciudadanos concentrados pidieron a través de la lectura de un manifiesto “que se restituya la dignidad” de la entidad y de los segovianos a través de la devolución de las indemnizaciones millonarias de sus ex directivos “que nos han llevado al desastre”, así como la suspensión de las hipotecas de algunos de los inmuebles más emblemáticos de la ciudad como el Torreón de Lozoya “que son de Segovia y así tiene que seguir siendo”.

La concentración, desligada de signos políticos, clamó a los líderes de los principales partidos que señalen a los culpables aunque compartan la misma identidad política y exigieron “que no busquen provecho cuando antes no supieron dar pasos” para impedir la situación actual. No obstante hasta el lugar se desplazaron los miembros de UPyD Segovia, quienes iniciaron en su día acciones legales contra los miembros de la Caja y entre los que se encontraban el coordinador regional, Félix Sánchez Montesinos, así como miembros de Izquierda Unida.

Las críticas leídas a través del micrófono en torno al que se agolparon los asistentes provocaron continuamente aplausos al grito de “chorizos” y “Atilano, ladrón”. Éstos se hicieron especialmente intensos cuando el manifiesto se refirió a la desaparición de la Obra Social y Cultural de Caja Segovia, “el orgullo de la Caja”, que espera ser convertida en Fundación y que a partir de 2013 dejará de destinar fondos a actividades. En este sentido las palabras leídas aludieron a la fortaleza de la entidad antes de su fusión en Bankia señalando que “nuestra Caja llegaba donde otras no llegaban”.

Inmoralidad, codicia, dolor y rabia; fueron algunas de las palabras que los concentrados frente “a la que fue la Caja de todos los segovianos” repetían indignados, en una cita que terminó con los cientos de asistentes clamando “manos arriba, esto es un atraco”.

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