Rubias de fermentación alta, tostadas, ahumadas, stouts e «inventos» de algún que otro artesano. El 24 de agosto la localidad de Sebúlcor (Segovia) acogerá la celebración de la I Feria de Cervezas Artesanas con ejemplares llegados de diferentes partes de España. Productores de Valladolid, Palencia, Soria, Cataluña, Madrid, Alicante y Cuenca se darán cita junto a los artesanos de la segoviana Cerveza Veer, organizadores de la cita, para festejar que, siempre con moderación, cualquier encuentro puede hacerse más ameno en torno a una refrescante cerveza, 100 por cien natural.

Será en el el campo de fútbol de césped natural del municipio donde se desarrolle la iniciativa que pretende difundir la cultura de las cerveza artesanal en una provincia en la que según los organizadores, «aún no se conoce mucho». Aunque comentar las recetas, sabores, gustos y elaboración también se encuentran entre sus pretensiones, Nacho Ibáñez y Silvia Casado, creadores de Veer, destacan que se trata sobretodo de «pasar un buen día» dando a conocer el municipio segoviano de 280 habitantes, cercano a las Hoces del río Duratón.

«Podremos comparar sabores de maltas, levaduras o lúpulos, oler y saborear cervezas aparentemente parecidas y encontrar los matices que las diferencian», aseguran para destacar el contacto directo con el consumidor como principal atractivo. Además, habrá puestos con comida y carpas centrales, una zona con juegos tradicionales, una carpa con exposición de semillas autóctonas de Segovia, una zona de acampada gratuita, productores ecológicos, música ambiente y actuaciones musicales en directo para amenizar el día.

En consonancia con el ‘espíritu eco’ se ofrecerá un vaso de vidrio oficial de la ‘I Feria de Cervezas Artesanal’ con el fin de uno usar plástico y poder degustar la cerveza en un recipiente apropiado. Además con la adquisición del vaso, la organización ofrecerá una guía informativa y un vale descuento para hacer una ruta en piragua. Una programación completa que espera buenos resultados de asistencia y que «si todo sale bien» espera repetirse, siempre aprendiendo y mejorando, en próximo año.

 

Hacia delante

Desde que crearan en el año 2009 su propia cerveza artesanal, Nacho Ibáñez y Silvia Casado ya han producido tres variedades diferentes además de un modelo de 75 cl para comidas especiales y restauración. Aunque evidencian el crecimiento del sector puesto que en la actualidad «todos podemos encontrar una microcervecería en nuestra comunidad», señalan que dicho crecimiento es en ocasiones demasiado rápido por lo que algunos se quedan en el camino.

«Aunque parezca al revés, cuantos más seamos mejor, más conocimientos sobre la cerveza artesana y mas variedades donde elegir» señalan mientras se alejan de calificativos que les definan como «maestros cerveceros ni maestros de nada». En su camino por vivir de aquello que realmente les hace felices, Cerveza Veer, preparan un espacio sobre el obrador para hacer reuniones, charlas, talleres, catas y algún pequeño concierto. «Nos gustaría hacer un espacio donde pudiese venir la gente en algún momento a tomarse una cerveza tranquilamente y pasar un buen rato».

Además, aprovechando la cita de la décima edición de la carrera pedestre de Sebúlcor, presentaran una cerveza especial y de edición limitada elaborada a partir de lúpulos silvestres de la zona. No obstante, aún habrá que esperar para poder degustar el sabor de un tipo de cerveza totalmente diferente a la industrial. «Son productos distintos para tomar en ocasiones distintas», señalan.

En este sentido, apuntan las «claras» diferencias de ambos productos recordando que las artesanas se componen de malta, lúpulo, agua y levadura mientras que las industriales añaden además estabilizantes de espuma, conservantes o fécula de patatas entre otros productos. De las primeras subrayan que «le puedes dar vueltas y no encontrarás nada más» porque no están filtradas ni pasteurizadas, lo que permite una gasificación natural en las botellas realizada por acción de las levaduras presentes en la cerveza.

«Esto a veces ésto pasa desapercibido, pero es algo muy serio e importante. Beber una cerveza sin pasteurizar ni filtrar es beberse algo vivo que, además de estar rico, te alimenta y aporta nutrientes. Por eso una de las diferencias es la turbidez de unas, las artesanales, y las trasparencias de otras, las industriales».

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