El director de Cáritas Segovia, Mariano Illana, cifró hoy en al menos 32 los ancianos fallecidos en sus residencias de mayores en El Sotillo y en Cuéllar por coronavirus o con síntomas compatibles porque no se les hizo la prueba a todos, sobre todo, en los primeras semanas de la pandemia. Illana aseguró que la situación ya se ha normalizado y los residentes comienzan a llevar una vida normal, con el regreso a espacios comunes como los jardines.

De los 34 fallecimientos de residentes del centro ubicado en El Sotillo, en el término municipal de La Lastrilla, sólo tienen la certeza de que nueve de los ancianos murieron por COVID-19, con un test positivo, mientras que otros 21 residentes fallecieron con “una sintomatología susceptible” de ser coronavirus, según explicó el director de Cáritas Segovia, sumando un total de 30 personas, mientras que los otros cuatro mayores murieron por causas naturales.

En la residencia de Cuéllar, argumentó Illana, fueron 6 los fallecidos durante estos meses de la crisis sanitarias, de los que no saben exactamente cuántos fueron por COVID-19, pero al menos dos residentes fueron víctimas del virus, uno con test confirmado en el Hospital de Segovia donde falleció y otro que murió en el centro residencial, con síntomas compatibles. En otros dos casos, saben que fue por muerte natural y en los dos restantes no tienen certeza. Illana explicó que un residente de Cuéllar fue ingresado en el hospital de la ciudad pero dio negativo y finalmente murió en el complejo asistencial.

El director de Cáritas Segovia reconoció que no pueden dar una cifra exacta de los fallecimientos por coronavirus entre los 40 residentes que perdieron la vida durante los momentos más intensos de la crisis sanitaria porque no se hacían test en las residencias de mayores.

La situación se ha normalizado y en su primera rueda de prensa, el director de Cáritas Segovia quiso dar el pésame a los familiares y seres queridos de las 40 personas fallecidas porque no pudieron estar con ellos en los momentos finales de su vida y además había grandes restricciones para acudir al cementerio y el crematorio, a menos de cinco personas. “Hay muchos duelos que no se han llevado cabo y el duelo es fundamental para superarlo”, resumió Illana.

Desde Cáritas Segovia tienen previsto celebrar una misa en recuerdo a los mayores fallecidos y están valorando cómo y cuándo poder llevarla a cabo para poder acoger a los familiares y a los residentes con todas las medidas de seguridad y protección.

Sobre las situaciones vividas en sus residencias, el responsable de Cáritas Segovia reconoció que, al principio, no fue posible contar con todas las medias de protección porque había desabastecimiento de guantes y mascarillas, aunque sí dejo claro que se pusieron en marcha todos los protocolos y medidas dictadas por las autoridades sanitarias de las administraciones central y regional, como el aislamiento, medidas de higiene y desinfección, pero sin perder de vista, sostuvo, que en las residencias hay “personas de gran riesgo” y, una vez que se ven afectadas por el virus, “es muy difícil pararlo”.

Las residencias de Cáritas, especialmente la de El Sotillo, con 108 residentes, también tuvo que hacer frente a la falta de personal porque hubo semanas en las que el propio personal no podía ir a la trabajar porque estaba afectado por el coronavirus. “El médico, las enfermeras, el trabajador social, … fue una cosa terrible”, subrayó Illana. En la actualidad, ya hace varias semanas, que no hay casos de COVID-19 y se está empezando a recuperar los espacios comunes, como las salidas a los jardines, siempre dentro de la normativa legal en la fase de la desescalada en la que se encuentra Segovia.