La pintura en todos sus materiales fue ayer protagonista por duodécimo año en Espirdo, donde ‘Arte en la naturaleza’ volvió a reunir a artistas plásticos y fotógrafos para la celebración de una actividad con la que colabora la Diputación y que, como constó en el acta de premiados por el jurado, acoge a artistas consagrados, aficionados a la pintura y estudiantes de Bellas Artes.

 

Y es que, en su duodécima edición, el certamen, que por segundo año consecutivo convocaba también un concurso de fotografía, los lienzos que merecieron el reconocimiento del jurado fueron, por orden, el de Pachuca Sotomayor, artista bilbaína afincada en Segovia que ya ha expuesto en algunas salas segovianas como la de La Alhóndiga, el de Luisa Antón, amante de las artes plásticas, y el de María Sanz, estudiante de Bellas Artes, quienes consiguieron poner de acuerdo a especialistas y público. Ellas, al igual que el resto de participantes -algunos de los cuales repetían concurso tras la experiencia de años anteriores- agradecieron que el día se levantase gris en la provincia; algo que ayudó a llevar mejor la jornada antes de que llegaran las seis y media de la tarde, momento en que tuvo lugar la entrega de premios. El presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, quien ya había visitado a los artistas durante la mañana y había podido comprobar la evolución de los cuadros, acompañó a la alcaldesa de Espirdo, María Cuesta, y al coordinador de la iniciativa, Christian Hugo, en una entrega de premios en la que también tuvieron su cuota de protagonismo los Alimentos de Segovia.

 

Así, en primer lugar se hizo entrega del tercer premio, dotado de 200 euros, a María Sanz, única artista en colocar su lienzo en vertical sobre las pacas de paja, quien había reflejado en su trabajo el papel que tiene la juventud a la hora de conservar el medio rural y de afrontar una repoblación que pasa por la conexión con la naturaleza y la protección del ecosistema.

 

Tras la joven artista, recibía el segundo reconocimiento, merecedor de 300 euros, Luisa Antón, después de componer un cuadro lleno de colores que conquistó al jurado por su optimismo y su viveza. Con menos color, pero lleno del espíritu de la iniciativa y compuesto, en esencia, por materiales de la tierra, el trabajo de Pachuca Sotomayor obtuvo la unanimidad de cuantos pasaron por Espirdo a lo largo de la jornada, y terminó recibiendo el primer premio y sus consiguientes 500 euros. Entusiasmada, la artista, quien había hecho uso de la música clásica para concentrarse durante la composición de su trabajo, agradeció el premio y las palabras recibidas por su obra, que no dejó indiferente a nadie.

 

La jornada, que con el paso de las horas había ido perdiendo grises y ganando color y temperatura, concluyó con la voz de Marta Revuelta y su grupo Pangea sonando, mientras algunos artistas aún daban las últimas pinceladas a sus cuadros y los fotógrafos repasaban sus imágenes para determinar qué fotos presentarán a un certamen que conocerá a sus ganadores a partir del próximo 17 de agosto.