El resultado de las elecciones en Estados Unidos ha conmocionado a la opinión pública mundial. Gary Beals, natural de San Diego (California) y residente en Segovia cree que la victoria de Donald Trump se ha producido por “los mensajes directos que apelan a los miedos de la gente” y compara la llegada del magnate a la Casa Blanca “como si hubiera ganado en España Belén Esteban”.

Gary Beals vive en Segovia desde hace 13 años con su mujer Maureen, aunque ya estuvo en los años 70 durante un tiempo como capitán de las fuerzas aéreas en un contingente destinado en España. Beals, con formación en Marketing e Historia de España eligió vivir en la península ibérica “para poder vestir” como en la época medieval sin que resulte demasiado extraño”, bromea.

Desde su llegada y junto a su mujer y varios socios segovianos, los Beals han organizado centenares de celebraciones en las que lo medieval es protagonista. Ataviados con indumentaria de época y con músicos y ambientación amparada en el rigor científico, transportan cada año a cientos de personas a una época tan fascinante como desconocida.

Pese a la distancia y el poco contacto con sus nietos, a los que solo ve unas semanas al año en San Diego, Beals no ha perdido el contacto con la realidad política de su país y gracias a la televisión está en permanente contacto con la actualidad de los Estados Unidos. De fuertes convicciones demócratas, ha llegado incluso a colaborar con la campaña de varios candidatos del partido a la Casa Blanca, como es el caso de Hillary Clinton, en la que ‘invirtió’ 100 dólares.

Siguió la campaña electoral desde su casa en la calle El Roble de Segovia “con inquietud” que se tornó en “consternación” al conocer los resultados que depararon las urnas en su país. El medio rural y las zonas más desfavorecidas dieron la presidencia a Donald Trump y a Beals un disgusto que le hizo colocar la bandera de las barras y estrellas en el balcón de su casa boca abajo “como símbolo de un país rendido”, explica.

No escatima en calificativos despreciativos hacia el que será su presidente el próximo mes de enero y afirma, rotundo, que la victoria de Trump en Estados Unidos “es como si en España hubiera ganado las elecciones Belén Esteban”. “Trump es un ególatra y un narcisista, se cree que sabe de todo y realmente no sabe de nada”, sostiene Beals.

Entre los factores que, según Beals, han hecho decantar la balanza del lado de Trump están “los mensajes directos, explicados de manera sencilla” que ha lanzado el candidato republicano mientras que los demócratas, encabezados por Hillary Clinton, “creen que en los matices, en las diferentes posibilidades, no son claros con sus mensajes y aburren a la gente”, sostiene. “Trump ha hablado de los miedos de la gente y Clinton cree que la vida es maravillosa”.

La educación o la falta de la misma también es un factor “determinante” para Beals que considera que Trump “triunfa entre los ignorantes, los que no leen ni escriben”, y de esta manera justifica el hecho de que la prensa y el mundo de la cultura, manifiestamente en contra de Trump, no hayan influido en el resultado final. “La prensa americana es liberal, tanto en su concepción de izquierda como en su intención aperturista. Nada de eso quiere Trump”, afirma.

Pero donde más crítico se muestra hacia buena parte de sus compatriotas es por los que, según él, no han votado a Clinton por su condición de mujer. “En España se ha producido una evolución muy grande en ese sentido en los últimos 30 años, en mi país no”.

Un país de contradicciones

Las particularidades de Estados de Unidos y su peculiar idiosincrasia determina también el modelo de Gobierno. Un país con una política muy ‘relajada’ en torno a la compraventa de armas es el mismo que se escandaliza y censura la desnudez en televisión y eso, para Beals, se debe a un sistema político y electoral “muy complicado” en el que solo dos candidatos cuentan y en el que a veces “ninguno de los dos te gusta”. El sistema es muy rígido, con un Congreso muy influyente que limita el poder al presidente. “Los Estados Unidos fueron creados por gente que no querían ni reyes ni estructuras europeas porque consideraron que no funcionarían”, explica Beals.

Con los resultados oficiales, son muchos los estadounidenses que han salido a la calle a manifestarse, lo que a Beals le parece “ridículo”. “No deja de ser sintomático de la decepción de muchos pero protestar ahora ya no tiene sentido”, afirma. Pese a la decepción y los miedos que pueda producir a priori la llegada de Trump a la Casa Blanca, considera que al final “su equipo controlará la situación y le parará los pies y los que estén a su alrededor planificarán las cosas”, sobre todo en el ámbito internacional.