La tecnología en telefonía móvil no deja de avanzar y hoy en día pocas personas conciben su vida sin uno de ellos. Se utiliza para hablar, ver información, comprar o intercambiar datos, pero dando un paso más, lo cierto es que es una herramienta que puede salvar vidas. Esta fue la idea con la que surgió el proyecto de investigación Gestión de Accidentes de Tráfico, GAT, una aplicación para ‘smartphone’ sencilla y accesible a todo el mundo, que es capaz de avisar automáticamente al servicio de emergencias cuando detecta que se ha sufrido un accidente de tráfico.

Sus creadores, dos jóvenes estudiantes de la Universidad Pontificia Salamanca, Javier García Bellido y Enrique Honorato Morán, confiesan que pensaron en este prototipo cuando escucharon por las noticias que un hombre había volcado con su coche tras caer por un precipicio de difícil acceso y pasó allí agonizando varios días, debido a que no era un lugar de paso donde pudieran socorrerle.

Un pequeño coche teledirigido sirvió para el proceso de prueba y como base para la elaboración de la aplicación. El sistema es capaz de detectar valores de movimiento y cuando llegan a una determinada intensidad, asociada a la fuerza necesaria para un vuelco o accidente, activa una alarma. Si el conductor está bien, tiene un tiempo estimado para poder apagarla y entonces no se llega a iniciar el protocolo de emergencia. Sin embargo, si se encuentra herido o inconsciente, cuando termina la cuenta atrás, automáticamente envía una señal a los servicios de emergencias, indicando del suceso y a través de una conexión por GPS con Google Maps, se trasmite el punto exacto donde se encuentra el vehículo siniestrado.

Todo este proceso, añade García Bellido, permite un ahorro de tiempo que puede ser vital, porque en este tipo de emergencias el transcurso de unos segundos más o menos, pueden ser los que determinen un final feliz, o no.

 

Información médica

Del mismo modo opinó su compañero, quien además explica que GAT también ofrece la posibilidad de incluir la información médica del conductor, por lo que nada más que ocurre el accidente, los efectivos sanitarios ya sabrán quien es el herido y datos como su grupo sanguíneo o si tiene alergias a algún medicamento, entre otras cuestiones prácticas.

Esto, añade, podría “acelerar” también el proceso de salvamento, ya que podrían llevar consigo la sangre correcta para las transfusiones. Precisamente, una de las ventajas de este dispositivo, es la posibilidad que ofrece de personalizarlo, dependiendo de quien vaya a utilizarlo.

 

Un prototipo universal

Creado con un fin eminentemente social, la idea es que sea un prototipo “universal”, es decir, que no se convierta en una aplicación de lujo a la que solo puedan acceder unos pocos. A diferencia de otros sistemas se pretenden impulsar, a raíz de la recomendación de la Comisión Europea de instalar el llamado ‘eCall’, el ingeniado por estos jóvenes no va instalado en el interior del coche, sino que funciona a través de un móvil que cuente con tecnología Windows Phone. Por ese motivo, añaden, el precio es asequible, no necesita ninguna instalación, ni conocimientos previos para su correcta utilización y es totalmente personalizable.

Por ejemplo, si un usuario alquila un vehículo y lleva su ‘smartphone’ con la aplicación instalada, ya podría utilizar este servicio. A pesar de ser un prototipo práctico e interesante, el tema de la comercialización es el punto más complicado, según el supervisor del trabajo, Miguel Ángel Sánchez Vidales. Ésta es “una espinita” que afirma tienen “muy clavada” en el Club de Innovación de la Universidad Pontificia de Salamanca, programa en el que nació éste y otros muchos proyectos, todos ellos de calidad e innovadores, que muchas veces quedan sobre el papel.

El sueño, añaden, sería hacer de GAT una herramienta real que contribuyera al fin para el que fue creado, el de salvar la vida a quienes quedan inconscientes en su automóvil, sin posibilidad de realizar una llamada.

Sus creadores, aseguran que si han sido capaces de probar con éxito el terminal en un vehículo teledirigido, donde la sensibilidad del terminal puede ser menor, traspasar la tecnología a un teléfono en un vehículo real es sencilla y auguran que los resultados de las pruebas seguirían siendo positivos. A 80 kilómetros por hora, continúan, es más fácil detectar si se ha producido un accidente, que en un coche de juguete. Innovación, personalización, portabilidad y flexibilidad, son las claves de un producto que puede contribuir a cambiar el concepto actual de los servicios de emergencias, al igual que ya pasara con la universalización de los teléfonos móviles.

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