Las últimas situaciones de acoso conocidas en Segovia han tenido consecuencias y ha provocado que Educación trabaje para mejorar su rapidez y eficacia. A través de un comunicado, el Gobierno regional explica que se está trabajando en la actualización del protocolo de actuación contra en el acoso e intimidación entre iguales que siguen los centros docentes de la Comunidad y que les permitirá actuar de forma más estructurada, rápida y eficaz. Asimismo, aseguran, «se introducirán novedades en el proceso de reeducación del alumno agresor “cuyo objetivo es proporcionarle elementos de reflexión y de competencia personal que eviten nuevas situaciones de acoso”.

Desde enero de 2005, los centros docentes de Castilla y León disponen de un procedimiento establecido, complementado por una Orden de 2007 por la que se establecen medidas y actuaciones para la mejora de la convivencia en los centros educativos. Pero a raiz de los últimos conflictos, se ha considerado necesario actualizar los procedimientos utilizados para proporcionar un recurso común a todos los colegios e institutos de la Comunidad.

Los aspectos más novedosos que incorpora son una estructura más sencilla (se organiza en tres bloques de posible actuación con pasos precisos a dar en cada uno de ellos, buscando la claridad en el lenguaje), la incorporación, desde un primer momento, de las medidas urgentes de protección de la posible víctima de acoso, anteponiendo la seguridad a cualquier otra consideración, la inclusión en las actuaciones de figuras como el coordinador de convivencia. Además, se facilita a los centros una mayor autonomía en la toma de decisiones.

Se ha subrayado la importancia del proceso reeducativo del agresor, donde se va a incidir más. “Los agresores son también alumnos y, por ello, además de las consecuencias de carácter disciplinario que pueda derivarse de su actuación, deberán llevar a cabo una intervención pedagógica con él. Es necesario recuperar un aspecto fundamental para el logro del adecuado clima de convivencia, un aspecto que, a pesar de ser continuamente mencionado, no siempre es tenido en cuenta, al menos suficientemente. Nos referimos a la consideración del conflicto como oportunidad de aprendizaje”.

Por ello, una vez garantizada la seguridad de la víctima de acoso, requisito previo para iniciar la reeducación del estudiante agresor, se llevará a cabo la intervención precisa. El aspecto más novedoso en las actuaciones reducadoras es el desarrollo de programas de mejora de la competencia personal a través de un acuerdo educativo, en el que puede participar su familia, con el objetivo de modificar su comportamiento para facilitar el respeto a sus compañeros y la adecuada integración en el grupo-clase.