La tasa de contagio por covid-19 es 14 veces mayor en el personal sanitario que en el resto de la población de Castilla y León, pese a disponer de equipos de protección individual (Epis) según las autoridades sanitarias. Un estudio de Comisiones Obreras (CCOO) relaciona estos datos con la falta inicial de Epis entre los sanitarios y por los “graves errores” en la aplicación de los principios básicos de la acción preventiva.

Del análisis de los datos publicados en el Portal de Transparencia de la Junta de Castilla y León y de las incidencias detectadas o informadas por los trabajadores al sindicato, se desprende que -a fecha de 25 de abril- se han realizado 11.052 pruebas a los profesionales, de las que 2.347 resultaron positivas. Por lo tanto, solo se han hecho pruebas al 34,8 por ciento del personal y el 21 por ciento de esos tests dio positivo. Por lo tanto, del total del censo de Sacyl, habría una incidencia del 7,4 por ciento.

Comparando los datos provinciales entre sí, el sindicato apreció que la distribución de test realizados parece ser directamente proporcional al número de trabajadores en cada provincia aunque también parece haber influido en el reparto provincial de pruebas, la incidencia de la enfermedad. Destaca el caso de Salamanca, que siendo una de las provincias cuya incidencia de covid-19 es superior a la media de Castillla y León, tiene un número de test a sus profesionales un 2,53 por ciento por debajo de lo esperado. En el otro extremo se sitúa León, con un número de test un 2,53 por ciento por encima de lo esperado, y Valladolid con un número de test un 1,17 por ciento por encima.

Comparando los datos por provincias, CCOO ha detectado “importantes” diferencias entre ellas. Superiores a la media y por este orden, Segovia, Soria, Salamanca y Ávila. Valladolid sólo en población general y en auxiliares de enfermería, está por encima de la media. Inferiores a las medias se sitúan León, Burgos y Zamora.

La incidencia de la enfermedad entre los profesionales de la sanidad pública de Castilla y León alcanza el 9,25 por ciento en Ávila (217 afectados); el tres por ciento en Burgos (180 profesionales); el 4,53 por ciento en León (289); el 3,81 por ciento en Palencia (100 profesionales); el 6,54 por ciento en Salamanca (374 profesionales); el 14,4 por ciento en Segovia (302 profesionales); el 9,9 por ciento en Soria (173); el 4,12 en Valladolid (374) y el 1,84 por ciento en Zamora (50 profesionales).

CCOO consideró “difícil” comparar los datos de positivos por categorías profesionales, pues no existe uniformidad en las medidas. “Desconocemos los criterios que ha utilizado la Consejería de Sanidad para la realización de las pruebas, ni para el número, ni para las categorías, ni para el riesgo”, precisó. De momento, se han realizado las pruebas al 36,2 por ciento de los médicos; al 30,6 por ciento del personal en formación (mayoritariamente médicos); al 28,7 por ciento de los enfermeros; al 24,6 por ciento de los fisioterapeutas; al 21,7 por ciento de los TCAES (entendiendo que se refieren a estos cuando marcan auxiliares sanitarios); al 19,7 por ciento de los celadores y a 18,7 por ciento del personal administrativo.

En cuanto a los “graves errores” en la aplicación de los principios básicos de la acción preventiva, CCOO lamentó que no se hayan valorado «adecuadamente» los escenarios de riesgo, por lo que no se garantiza la adopción de medidas que técnicamente debieran establecerse. “Al contrario, se están utilizando los escenarios de riesgo como compartimentos estancos, como un sistema de clasificación cerrada, que determina a priori las medidas a adoptar. En ningún caso este procedimiento debe convertirse en una herramienta sustitutiva del verdadero trabajo técnico exigible a Sacyl”, denunció el sindicato.

Comisiones Obreras subrayó que los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de Sacyl ya resultaban insuficientes antes de declararse la pandemia. “Cumplían con las ratios mínimas exigidas por la normativa para cubrir expediente, por lo que la crisis los sobrepasó”, añadió. De ahí, que lamentara que la formación para los trabajadores en relación al covid-19 no fuera “adecuada”. En este sentido, el sindicato significó que Sacyl solventó la situación con “cursos” rápidos, colectivos, desoyendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales donde se recoge que “la formación debe ser teórica, práctica y suficiente, hasta el punto de que algunos colectivos ni siquiera tuvieron acceso a ella.

El sindicato también entiende que, según las recomendaciones de Sacyl de uso de Epis, en las zonas de tránsito no se requiere equipo de protección. Una decisión que, según CCOO, obvia que resulta “muy difícil” mantener las distancias de seguridad en los hospitales y centros de Salud en salas pequeñas, pasillos, ascensores, zonas comunes y vestuarios

La nota de Comisiones Obreras apuntó que el sindicato ha comunicado todas las incidencias detectadas, “en una actitud responsable y colaboradora”. “Pero lejos de aceptar la colaboración y cumplir con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, lo único que hemos conseguido es el silencio y en algún caso, la actitud prepotente de esta administración”, lamentó. De ahí, que se han visto obligado a acudir a la denuncia pública y a la Inspección de Trabajo.