La Junta contra la Junta, y en medio, el Ayuntamiento de Segovia. Éste podría ser el resumen del caso del Centro Ecuestre de Castilla y León, que en junio de 2008 abrió en Segovia la Consería de Agricultura y Ganadería. Se da la circunstancia de que este centro no tenía ni tuvo durante varios meses la licencia medio ambiental pertinente para comenzar sus actividades y así lo puso en conocimiento del consistorio la Consejería de Medio Ambiente. Es decir, que la propia Junta, denunció a la Junta y el Ayuntamiento, responsable sancionador, decreto en mano, estipuló la sanción en 240.404 euros por una infracción medio ambiental en la que, según ha detallado el alcalde Pedro Arahuetes, concurrían varios agravantes. «El centro estuvo durante bastante tiempo en funcionamiento antes de conseguir la licencia y allí se celebraron actividades públicas y campeonatos”, ha explicado. El Centro estuvo abierto y activo sin tener los permisos municipales pertinentes que para ser exigían un Estudio de Impacto Medio Ambiental porque los terrenos donde se ubicaba estaban calificados como Área de Singular Valor Ecológico, estudio que no se había redactado en el momento de la apertura.

Arahuetes se ha mostrado despreocupado frente a este recurso y ha afirmado que la sanción se estipuló respetando escrupulosamente el decreto pertinente, con las baremos establecidos en la propia norma.

El Centro Ecuestre de Castilla y León fue un proyecto de la Consejería de Agricultura y Ganadería, con Silvia Clemente al frente, que invirtió para su conclusión 6 millones de euros. El centro se inauguró en junio de 2008, con la celebración de un campeonato de ponys, según consta en la propia web de la Junta.

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