La tasa de incidencia de la gripe en Castilla y León repuntó con fuerza, ya que por cuarta vez en este invierno se situó por encima del umbral epidémico al cerrarse los datos de la segunda semana del año (del 9 al 15 de enero) con 239,73 detectados por cada 100.000 habitantes frente a los 175 de la anterior, es decir, 64 menos. La mayoría de los casos detectados son causados por el virus AnH1N1, aunque continúa con actividad la cepa del tipo B, según los últimos datos de la Red Centinela Sanitaria.

Asimismo, la actividad de la gripe en Castilla y León es “moderada” aunque conserva la consideración de epidemia, al superar y duplicar el umbral fijado en 71,13 casos semanales por cada 100.000 habitantes, probablemente debido a la irrupción del mal tiempo –frío y lluvia-. Esta incidencia al alza de la gripe A, que se ha producido también en el resto del país y de Europa, deja la incidencia del tipo B en un diez por ciento.

Entre todos los grupos de edad, el de cero a 14 años es el que se ha visto más afectado hasta la fecha por el virus de la gripe. Además, la vacunación, que este año incluía la cepa del virus H1N1, ha permitido que de los 272 casos acumulados 253 fueran de enfermos a los que no se les había administrado la vacuna.

Esta semana, 37 médicos de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León han comunicado 78 casos de gripe, por lo que la población cubierta con esta estimación asciende a 30.361 personas. Además, se procesaron 66 frotis faríngeos (raspado en la garganta para extraer una muestra y analizarla), de los que se detectaron 31 casos por parte de la propia Red.

Ésta forma un sistema de vigilancia compuesto por médicos de familia, pediatras y personal de enfermería, de manera que, mediante las oportunas pruebas de laboratorio, confirman los casos de gripe en una muestra estadísticamente representativa de la población. Mediante este sistema es posible disponer de información sobre las tendencias de la enfermedad en lo referido a intensidad y distribución geográfica en el conjunto español, además de proporcionar información sobre los casos que aparecen en la población general. Asimismo, el análisis en los laboratorios de las muestras tomadas a los pacientes permite monitorizar las características del virus presente y su posible evolución.

 

Vacunación

Cabe recordar que la campaña de vacunación contra la gripe estacional y el neumococo comenzó el 27 de septiembre en Castilla y León y se prolongó hasta el 29 de octubre. Como novedad y con carácter preventivo, incluyó la cepa frente al virus A H1N1 a tenor de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que no implica que se espere que el virus gripal se comporte de manera tan intensa como en la pasada campaña.

Este año, la Consejería de Sanidad distribuyó 700.000 unidades de vacunas contra la gripe y 40.000 dosis de la antineumocócica, lo que supuso un desembolso de 4,8 millones de euros, que se dividen entre los 4,46 millones destinados a las vacunas gripales y los 391.000 euros para las neumocócicas.

La dispensación de las vacunas tiene carácter universal y gratuito, y en la población diana es un elemento fundamental para prevenir una enfermedad que, aunque en principio no es grave, sí puede provocar complicaciones.

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