El Ministerio de Fomento ultima la adjudicación de las labores de control y vigilancia de las obras de desdoblamiento de la variante de Segovia (SG-20). Será el primer contrato que se cierre en lo que se refiere a trabajos sobre el terreno y quedarán pendientes los dos principales, relativos a la ejecución material de un proyecto del que se empezó a hablar hace más de una década y que saldrá a licitación este año en dos lotes con un plazo de 40 meses, aunque las obras probablemente no se inicien hasta 2015.

El director general de Carreteras, Jorge Urrecho, apuntaba el pasado 9 de julio que el objetivo de Fomento es licitar este año el desdoblamiento y, “si es posible”, empezar la ejecución antes del próximo, “aunque todo depende de cuándo se adjudique”, matizó. Además, tras esa adjudicación “hay que dar unos determinados plazos para que otras empresas puedan decir lo que crean conveniente”, añadió en referencia a posibles alegaciones.

En este sentido, para hacerse una idea de cuándo empezarán realmente a trabajar las máquinas puede servir de referencia el proceso administrativo abierto para la citada contratación del ‘Control y vigilancia de las obras’ del proyecto ‘Conversión en autovía de la carretera SG-20, variante de circunvalación de Segovia’. Su salida a licitación se publicó en el BOE del pasado 8 de mayo con un presupuesto base de 1.382.304 euros; la fecha límite para la presentación de propuestas se fijó para el 18 de junio y, según confirmaron a Ical fuentes de Fomento, el 11 de julio se procedió a la apertura de ofertas, pero todavía no se ha formalizado la resolución definitiva.

De hecho, las mismas fuentes declinaron ofrecer más detalles al respecto mientras no se cierren los trámites con la publicación de la adjudicación en el BOE, que marcará el fin de un proceso que para entonces se habrá prolongado más de cuatro meses. Y si la fase de licitación y adjudicación de la ejecución material del desdoblamiento sigue un ritmo parecido, será ya imposible que las obras comiencen antes de 2015.

Licitación en dos lotes

Los plazos que refleja el propio contrato de vigilancia y asistencia de las obras permiten al menos empezar a vislumbrar un horizonte para la ejecución de esta infraestructura largamente esperada. El pliego de prescripciones técnicas particulares recoge la división en dos lotes del desdoblamiento de la variante: el tramo A, comprendido entre el enlace de la SG-20 con la autovía A-601 (kilómetro cero) y las inmediaciones con el enlace de la carretera autonómica CL-601 (km. 8,4); y el tramo B, desde este último punto hasta la Nacional 110 (km. 15,53).

Para la ejecución del tramo A, el pliego cita un presupuesto base de licitación de 42,07 millones de euros, IVA incluido; y para el B, 24,63. En ambos casos el plazo estimado es de 40 meses y, según aseguraron las citadas fuentes del Ministerio de Fomento, “la tramitación de la licitación de la obra se hará de forma coordinada en un mismo espacio de tiempo concreto”.

En los despachos avanzarán así ambos contratos en paralelo y, por tanto, se presume una progresión similar sobre el terreno para que las obras no se retrasen más allá de esos 40 meses fijados como plazo para cada uno de los trazados. Además, el director general de Carreteras ya señaló en julio que el proyecto se había dividido en dos y valoraba que este cambio facilitaría “más concurrencia al permitir que puedan optar más empresas” a las adjudicaciones.

En este contexto, cabe la posibilidad de que dos adjudicatarias distintas trabajen al mismo tiempo en esta infraestructura que, si empezara a ejecutarse en la primera mitad de 2015, podría estar terminada a mediados o finales de 2018; o antes, si las adjudicatarias propusieran unos cronogramas más cortos en sus ofertas y los cumplieran.

Más de una década en los PGE

La circunvalación de Segovia entró en servicio en octubre de 2001 y poco más de un año después, en diciembre de 2002, el Gobierno central (en manos del PP) anunció su intención de desdoblarla. Tiene un carril por sentido en la mayor parte del trazado, que discurre por Segovia, Bernuy de Porreros, La Lastrilla y San Cristóbal a lo largo de 15,5 kilómetros.

La alta siniestralidad que registró sobre todo en sus comienzos (12 fallecidos en el primer año) elevó la polémica en torno a esta vía que se concibió con una previsión de 6.000 vehículos de media al día, cuando el tramo con más movimiento (los 2,9 kilómetros que separan las salidas hacia San Cristóbal y La Granja) supera en la actualidad los 18.000.

El estudio informativo para el desdoblamiento se licitó finalmente en marzo de 2004, pero no fue hasta finales de 2009 y principios de 2010 cuando el departamento que entonces dirigía el socialista José Blanco dio luz verde al proyecto con un presupuesto de 63,7 millones de euros. Respecto al plazo de ejecución, se barajaban dos años.

Los cruces de reproches políticos, sobre todo entre PP y PSOE, han sido constantes en este tiempo en torno a un proyecto que ha contado con diversas partidas en los Presupuestos Generales del Estado, con gobiernos de uno y otro color y la mayoría sin ejecutar. Las cuentas estatales de 2014, en concreto, recogen dos millones para este proyecto y estiman un coste total que ya asciende a 77.940.420 euros repartidos entre 2006 y 2018.

En cualquier caso, para conocer con detalle en qué circunstancias se lleva a cabo finalmente la obra, con cuánto dinero y cómo se financia habrá que esperar todavía unos meses más. Al menos, hasta que se conozcan las empresas que se encargarán de la obra y sus propuestas de plazos y presupuestos.