El conocido como ropero de Cáritas ubicado en el barrio del Cristo del Mercado se transforma en la tienda solidaria ‘Virgen de la Fuencisla’ desde el día 11 de enero.

El proceso, según Irene Martín Peñas técnico de Cáritas, es “Cambiar de ser un ropero a una tienda solidaria en la que las personas que vengan a por ropa tengan que hace una aportación por las prendas que se llevan. Será un precio simbólico para intentar que sea asequible a la población con la que trabaja Cáritas que tiene pocos recursos económicos” De esta manera se pretende que las personas que lo utilizan valoren la ropa que se llevan y que lo que se recoge económicamente revierta en otros proyectos de Cáritas como por ejemplo dotar a la tienda de prendas que habitualmente no se recogen como ropa interior o calcetines y que se comprarán con lo aportado.

Para acceder a este servicio hay que solicitar una cita con una trabajadora social de Cáritas y pasar por una pequeña entrevista para hacer una valoración de los recursos económicos que tiene esa persona y se le proporcionará un carnet con el que podrá acceder al servicio. Los solicitantes deberán ser mayores de 18 años y residentes en Segovia capital o provincia, excepto transeúntes, y los beneficiarios podrán ser menores de edad.

El objetivo prioritario de Cáritas es atender las necesidades de los que más penuria sufren por lo que si analizados los casos aparecen algunos en los que la familia no puede aportar nada para adquirir la ropa se les entregará igualmente.

La ropa que llega al ropero tiene múltiples procedencias y se acepta de todas las edades y que está en disposición de tener un segundo uso y también aquella que está vieja se recoge para reciclar. Una empresa recoge periódicamente esta ropa y después de su tratamiento, entre otras cosas se utiliza para hacer asientos de vehículos. En la propia tienda se hace una tarea de selección por los voluntarios que distribuyen la ropa entre la que puede volver a utilizarse y la que no. Dentro de las prendas que se van a volver a reutilizar se hace una nueva selección y se realiza un proceso de higienización y se distribuye por tallas hasta que sale a tienda.

Mejorar la funcionalidad

El antiguo ropero ha sido siempre uno de las prioridades de Cáritas que pretende con este cambio darle un pequeño giro. Se daba la circunstancia de que algunos de los usuarios no terminaban de valorar el hecho de llevarse la ropa e incluso intentaban aprovisionarse de ropa para el futuro aprovechando la gratuidad de las prenda. Ahora, con la mínima aportación que habrá que realizar espera desde Cáritas que esas pequeñas incidencias ya no se produzcan. Además, fundamentalmente las voluntarias (todas mujeres) que atienden el antes ropero y ahora tienda, piden a la ciudadanía que sigan con su solidaridad donando la ropa pero les piden, además, que hagan el esfuerzo previo de clasificarla e identificar entre la que directamente tirarían y la que podría tener segundos usos. Eso es facilitaría mucho las cosas.

Juanita seisdedos lleva siendo voluntaria en el ropero desde 1999 y valora muy positivamente el paso a tienda “se atenderá a los usuarios mucho mejor, más digno porque no es que sea menos digno darles la ropa pero a veces se llevaban algo que no les gustaba. Dignifica a la persona que él pueda coger lo que quiera, probárselo y adquirirlo”

La tienda de Cáritas mantendrá el horario del ropero: Lunes, Martes y Miércoles de 11:00 a 13:00 horas y los Jueves de 16:30 a 18 horas.

Foto: Interior de la nueva tienda solidaria de Caritas en el barrio del Cristo del Mercado.