César Augusto Franco Martínez (Piñuear, Madrid, 1948) tomó hoy posesión como nuevo obispo de Segovia con el objetivo de buscar nuevas vocaciones y continuar con la “conversión misionera” marcada por el Papa Francisco para cada diócesis. El hasta ahora prelado auxiliar de Madrid, de 66 años, sustituye en el cargo a Ángel Rubio, que ocupaba el puesto desde 2007 y presentó su renuncia el pasado 18 de abril al cumplir los 75 años.
Franco se convierte así en el décimo prelado de los siglos XX y XXI de la diócesis segoviana. En su homilía, el nuevo obispo tuvo palabras de agradecimiento para su predecesor, así como para sus compañeros en Madrid, también presentes en el acto. En un texto cargado de citas apostólicas y referencias a enciclícas papales, el madrileño centró su discurso en la importancia de las tareas de evangelización encomendadas por el Santo Padre y ofreció su “amistad y plena disponibilidad” a los 130 sacerdotes de la diócesis.
«La sucesión apostólica que hoy tiene lugar en esta diócesis de Segovia es un signo vivo de la misericordia y fidelidad de Dios», destacó Franco, que agradeció al Santo Padre «la confianza» depositada en él y manifestó «su total adhesión a su persona y a su magisterio». El nuevo prelado segoviano aseguró que no traía un plan pastoral preconcebido para dar continuidad al que ya está en marcha. «El Papa Francisco nos ha recordado en varias ocasiones que la Iglesia no debe referirse a sí misma, sino sólo a su Señor y a los hombres que debe salvar, especialmente a los más pobres. En estos momentos históricos de cierta debilidad y crisis de fe y de rechazo orquestado a la Iglesia, ésta tiene la tentación de hacerse fuerte apelando a imágenes de sí misma que agradecen a quienes la critican o desean secularizarla y margirnarla de la sociedad», señaló en referencia a sus pretensiones como obispo.
César Franco entró en la seo acompañado por el nuncio apostólico del Papa en España, monseñor Renzo Fratini, y el actual administrador apostólico, Ángel Rubio. Además, durante a ceremonia estuvo arropado por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, su predecesor en esa sede, el cardenal Antonio María Rouco Varela y los obispos auxiliares de la capital Fidel Herráez y Juan Antonio Martínez Camino.
Entre sus familiares, amigos y colaboradores más inmediatos, Franco contó con la presencia del secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José Mª Gil Tamayo, el arzobispo metropolitano de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, y casi una treintena de obispos de toda España, como el obispo emérito de Segovia, monseñor Luis Gutiérrez.
Foto: Franco Martínez en la catedral donde ha tomado posesión como obispo de la Diócesis/Ical