La Junta Local de Gobierno del Ayuntamiento de Segovia aprobó hoy la propuesta de contrato que firmará con Titirimundi para financiar la celebración del Festival Internacional de Títeres que se celebra en la ciudad del Acueducto cada mes de mayo. El compromiso se suscribirá por dos años con una subvención de 100.000 euros para cada edición, si bien podrá prorrogarse, “por acuerdo expreso de ambas partes”, para 2016 y 2017 en las mismas condiciones.

La concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, hoy en labores de alcaldesa accidental (Pedro Arahuetes se encontraba en Cáceres con motivo de una reunión de la Asociación de Ciudades Patrimonio de la Humanidad), valoró el compromiso del Consistorio con Titirimundi sobre todo por el hecho de que la mayor parte de la subvención se entrega por adelantado. En concreto, el 70 por ciento de la cantidad correspondiente a cada año se librará “al menos 30 días hábiles antes del inicio del festival”; y el 30 por ciento restante, tras su celebración “y previa presentación de la correspondiente documentación justificativa”.

De esta manera, “el festival puede conocer mínimamente sus previsiones de financiación a la hora de hacer su programa”, reseñó De Santos. En esta línea, la concejala se refirió a la información difundida el pasado 6 de febrero por el delegado de la Junta en Segovia, Javier López-Escobar, quien destacó que el Gobierno regional se mantiene como el principal patrocinador de Titirimundi, “por encima del Ayuntamiento de Segovia”. En concreto, el año pasado le dedicó 114.000 euros y para esta edición no está cerrada la cuantía, aunque el delegado territorial avanzó a Ical que será “parecida”.

“Sí que es importante resaltar que efectivamente la Junta apoya el festival de Titirimundi, pero desde luego no por adelantado, como el Ayuntamiento de Segovia, y desde luego no con una cantidad específica para la ciudad de Segovia, como es en este caso”, matizó la alcaldesa accidental. “Titirimundi tiene un área geográfica amplia, y lo que sí podemos asegurar es que el Ayuntamiento de Segovia compromete 100.000 euros (por año) para Segovia, mientras que el apoyo de la Junta al festival es para todo su ámbito geográfico”, dijo en referencia a las habituales extensiones de Titirimundi a Madrid, Valladolid, León, Salamanca o Zamora.

 

Un avance del programa

El Festival Internacional de Títeres de Segovia ya tiene prácticamente cerrado el programa de su vigésimo octava edición, que tendrá lugar del 14 al 18 de mayo. Será la cita más corta de su historia junto con la de 2011, cinco jornadas con algo menos de 200 funciones de una veintena de compañías en la ciudad del Acueducto. Y llevará espectáculos al menos a Valladolid, Zamora, Ávila, León, Madrid o Alcalá de Henares.

Ninguna compañía extranjera traerá un estreno absoluto, pero todas presentarán sus espectáculos en España por primera vez. “Titirimundi es su puerta de entrada a nuestro país, saben que les da prestigio representar primero aquí”, señaló en declaraciones a Ical Julio Michel, director y creador de una de las citas más relevantes del mundo en su género.

Michel se muestra especialmente ilusionado con la obra que la compañía belga Tof Théâtre representará en sala de La Alhóndiga, ‘Dans l’Atelier’ (‘en el taller’), con “dos o tres” funciones al día para 80 personas cada una. “Dura 17 minutos solamente, pero la intensidad es tal que el espectador sale como si hubiera estado una hora allí metido, pero además lleno de impresiones”. Un espectáculo alocado, incluso relativamente violento (sólo relativamente, porque de hecho está abierto a niños a partir de ocho años), que invita a pequeños y mayores a trastear con las marionetas. El resto de la trama del peculiar taller belga es mejor descubrirla sobre la marcha. “Va a ser uno de los espectáculos que pasará a la antología del teatro de títeres universal”, asegura el responsable del festival. El precio de la entrada, “tres o cuatro euros”.

“Dos espectáculos magníficos que nadie debería perderse” llegarán desde Reino Unido y Chile. La compañía británica Blind Sumit Theatre propone ‘The table’, “una especie de tesis sobre el teatro de títeres divertidísima, en la línea de Tof”. Y las marionetas hiperrealistas de la chilena Teatro Milagros protagonizarán ‘Sobre la cuerda floja’, “otra maravilla para todos los públicos, a partir de siete u ocho años”. Será en el Teatro Juan Bravo, donde esta misma compañía también representará una obra de Gógol para adultos.

 

Un espectáculo para 12 espectadores

En un festival que copa claustros, iglesias, plazas, patios, teatros y cualquier rincón del centro histórico de la ciudad no suelen faltar peculiares y exclusivos espectáculos como el que los franceses de Bakelite, veteranos ya en Titirimundi, representarán en una caravana con “tres o cuatro” funciones diarias para apenas una docena de espectadores cada una. La obra se titula ‘La caravana del horror’ y “no hace falta ni recomendarla, porque en cuanto la gente se entere de que vuelve esta compañía y además con algo nuevo, va a llenar”.

Y también habrá de nuevo talleres, como uno de construcción de marionetas gigantes que comenzará un mes antes del festival. En resumen, menos compañías, funciones, días y dinero que otros años pero, aun así, “un festival que está llamado a ser de los más grandes por su nivel y no va a defraudar a nadie”, sentenció Michel.

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