La Policía Nacional detuvo el pasado domingo 26 de marzo, a una mujer de 21 años y vecina de Salamanca, cuando presuntamente trataba de introducir droga en el Centro Penitenciario.

La detención se realizó en uno de los dispositivos que se realizaban para prevenir la posible introducción de droga y que contó en el apoyo de un agente y de un perro especialista en la detección de estupefacientes. Cuando el perro detectó los estupefacientes, la detenida manifestó voluntariamente a los agentes que portaba droga, que tenía en su abrigo. Llevaba cinco «bellotas» de una sustancia dura, de color marrón, al parecer hachís; y, en un pequeño envoltorio de papel, un teléfono móvil con su correspondiente cargador y una tarjeta micro SIM.

Los agentes detuvieron entonces a la mujer, como presunta autora de un delito contra la salud pública. Seguidamente fue trasladada a dependencias policiales para la instrucción del correspondiente atestado. Dada la disposición de la sustancia intervenida, se presupone que estaba destinada a su venta en el interior del Centro Penitenciario.

El peso de la sustancia intervenida, hachís según los primeros indicios, fue de 49,36 gramos. El beneficio económico que podría reportar alcanzaría los 308 euros.