La visita nocturna a la fortaleza de este pueblo mágico de la provincia, arroja velas e historia en un castillo de Segovia que destaca por su color, entre otras cosas.
La Asociación Cultural Castillo de Turégano organizó el pasado sábado una serie de visitas que pusieron en valor la iglesia de San Miguel que está en el Castillo.
Son muchas las iglesias de la provincia advocadas a San Miguel, el santo guerrero por excelencia. Cada una de ellas tiene su especial interés, pero sin duda la de Turégano despierta una particular atención al ser el origen del imponente castillo de la villa segoviana.
– Pueblos de Segovia para hacer una pausa en el tiempo –
El origen del templo de San Miguel, en el castillo de Turégano, se remonta al menos a la segunda mitad del siglo XII.
A lo largo del recorrido, que coincide con las zonas donde se han realizado las intervenciones de accesibilidad en las obras que se han llevado a cabo en los últimos dos años, se pusieron en valor especialmente tres puntos. Por un lado, el acceso al conjunto, marcado por la fortificación del espacio en época de Juan Arias Dávila. Por otro, el interior del templo con sus cinco retablos barrocos. Y, en tercer lugar, los campanarios, tanto la torre románica como la espadaña barroca que aporta esa fisionomía tan singular al edificio.
Más de 120 personas participaron en la visita y «quedaron maravilladas de los pequeños secretos que guarda el edificio y su restauración, potenciada por la luz de las velas que se dispusieron a lo largo del recorrido iluminando a los visitantes al caer la noche, dirigidos por la historiadora del arte Silvia Olmos, miembro de dicha asociación», destacan desde la Asociación Cultural Castillo de Turégano.
Tras su presentación hace poco más de un mes, la Asociación Cultural Castillo de Turégano cuenta a día de hoy con casi 170 socios, los cuales hacen posible el desarrollo de actividades como ésta y otras muchas que se están planificando para los próximos meses como exposiciones, concursos o conferencias, entre otras.