No soy analista política, ni aspiro a ello, pero si algo puedo afirmar es que todo lo aburrida que ha sido la campaña electoral se ha eclipsado con la interesante ‘post-campaña’ que está viviendo Segovia. A veces me planteo qué pasaría si en la democracia española hubiese una ‘segunda vuelta’ para elegir a nuestros representantes. Entonces, no dudo, las cosas serían distintas. Más en situaciones como la que ahora vive Segovia. ¿No piensan ustedes que, ante el panorama que se presenta los próximos cuatro años, muchos hubiesen optado por dar mayoria al PSOE? ¿No creen que la ventaja del PP hubiera sido más pronunciada para facilitar la Alcaldía?¿No podría haber entrado UPYD en el Consistorio? ¿Quizá Luis Peñalosa hubiese contado con otro concejal de IU? Todo sería posible, pero no dejan de ser conjeturas. La realidad, muy distinta, muestra una política dividida, un panorama muy complicado e incluso, digan ustedes que no, deja abierta una ventana a la imaginación. De aquí al sábado, cualquier cosa es posible en Segovia.

Si retrocedemos hasta primeros de mayo, al 90% de los ciudadanos las semanas previas al 22-M le han provocado cero interés, el otro 10 ya se encargada de hacer ruido por todos y de saturar las redes sociales con mensajes, muchos absurdos, y críticas hacia sus rivales. Hasta aquí, nada nuevo.

Lo nuevo, aunque esperado, llegó a las 21,30 del 22-M cuando el escrutinio avanzaba y se perfilaba el nuevo Ayuntamiento formado por tres formaciones. PP-PSOE-IU. Segovia volvía a confiar la coalición de izquierdas que, tras gobernar junto a Arahuetes, había desaparecido por el ‘voto útil’ dando mayoría al Partido Socialista. El pacto se dibujó en la cabeza de todos los partidos, también de los segovianos. La noche electoral así lo reflejaba con un Jesús Postigo (PP) que declaraba que había ganado las elecciones (consciente de las escasas opciones de gobernar), un Pedro Arahuetes que se mostró victorioso y se afirmó como nuevo alcalde (consciente de que dependía de Izquierda Unida).

Todos vencedores pero en el fondo todos vencidos, y dolidos. Nadie se lo esperaba. Los candidatos no sólo se habían mostrado confiados, realmente estaban confiados. Tanto PSOE como PP experimentaron una disminución de votos (ojo, el censo era muy distinto) que les dejaba en el limbo, como siguen ahora. En las sedes, sonrisas y algunas lágrimas, las más amargas las de Clara Luquero quien no pudo evitar lamentar que los segovianos no hubiesen valorado el trabajo del PSOE en un resultado que considero «injusto», así lo dijo frente a un Arahuetes sonriente, que animó a todo su equipo y mostró confianza en gobernar.

Lejos de hoteles y en una modesta sede, un pequeño grupo de IU valoraba los resultados para Segoviaudaz.es. En su línea, un prudente y cauto Luis Peñalosa agradecía el apoyo. Horas después mostraba su sorpresa por la reacción de Arahuetes, cuya actitud victoriosa tildó de arrogante porque, recordaba, en ningún caso ha ganado las elecciones. Las negociaciones no comenzaban nada bien…

Han pasado dos semanas y la política municipal sigue en ‘punto muerto’ y, sin embargo… ¡anda que no han pasado cosas!. El PSOE se muestra confiado e incluso ha aplazado reuniones con IU estos días. Su secretario, Juan Luis Gordo, llama a la ‘cordura’ consciente de que desde IU CYL se pide pacto de izquierdas. Sin embargo, en Segovia, la coalición liderada en el Ayuntamiento por Luis Peñalosa no olvida la confianza brindada en la legislatura 2003-2007 que se materializó en un pacto de Gobierno y que a últimas, se rompió tras incluir, el equipo de Pedro Arahuetes, un proyecto que, por el pacto, había sido descartado: El parking de los Tilos. Toda una traición, según consideraron, más aún cuando (denunciaba el coordinador de IU), tras salir del Ayuntamiento, el PSOE (que antes había necesitado de su apoyo para Gobernar lo les dejó tener presencia en foros).

En definitiva, cada uno tiene sus razones para estar alerta estos días. En el PSOE, unos confían (y mucho) en el pacto, aludiendo a las directrices regionales, y otros no tienen intención de ceder. Mientras, el alcalde en funciones, Pedro Arahuetes, no rompe su silencio (ante los medios) y prefiere no hablar del tema. En los corrillos de periodistas (y en los bares) se oyen muchas cosas, unos confían en un acuerdo y en que sea investido alcalde hasta 2015, otros aseguran que está echando un órdago al PSOE reclamando un puesto en el parlamento nacional, otros que se marchará de la Alcaldía (dicen que está recogiendo) al negarse a ceder en los proyectos cuya cabeza pide IU, algunos incluso apuntan que será Clara Luquero e incluso Giráldez los posibles alcaldes si las cosas no avanzan en las negociaciones. Opiniones de todos los gustos y sólo pensamientos de Arahuetes plasmados a través de sus redes sociales: «Prefiero morir de pié que vivir de rodillas», «somos sueños…» y, los últimos ‘Me gusta’ a las críticas de un ciudadano que considera que Peñalosa no es un ejemplo de ‘izquierdas’.

Muy cerca, en la sede del PP, también se viven estos momentos con cierta inquietud. Cuando ya no contaban con gobernar en Segovia, esta situación mantiene un atisbo de esperanza. Con mucha prudencia, y sin querer hacer leña del árbol caído, Postigo afirma que no intercederá en las negociaciones entre PSOE e IU pero muestra su disposición a gobernar. Pero, ¿y pienso yo? ¿Qué pasaría si fuera Jesús Postigo alcalde? ¿No sería posible una posterior moción de censura (PSOE-IU) para arrebatar la Alcaldía a un posible pacto de izquierdas?. Ese peligro estaría presente cuatro años, pese a la disposición conciliadora del popular empresario.

 

Por su parte, IU reflexionará estos días sin descartar ‘nada’, exigiendo que, si el PSOE quiere negociar, Arahuetes forme parte de las reuniones, algo que parece normal. Normal, sí, pero en estos momentos complicado tras la brecha patente y muy abierta que se deduce del coordinador provincial de IU, José Ángel Frías, que cargó contra los socialistas con frases como: “O aspiran a salir a una higiene democrática o tiraremos de la cadena”. El mismo viernes, una rueda de prensa anunciaba que no acudirían a la reunión inicialmente propuesta en el PSOE si no estaba Pedro Arahuetes. El PSOE ya aseguró que no estaría (convocatoria previa) y escenificó el plantón a las puertas de la sede, con la salida de los ‘negociadores’. Todo según lo esperado.

Ya lejos, y al margen de este panorama, UPYD cuya candidata se ha despedido de la lucha por entrar al Ayuntamiento con un ‘gracias y sin hacer ruido, obviando los calificativos del secretario del PSOE, Juan Luis Gordo, que la tildaba de niña pija. Frente a ello, y con elegancia, ha deseado suerte a los concejales electos. Recordemos que sólo la han distado 100 votos del 5% necesario para conseguir un concejal. Entonces, el Ayuntamiento hubiese sido PP (12), PSOE (11), IU (1) y UPyD (1).

Aunque todo puede pasar, soy de las que cree que IU, por presiones y por cuestiones políticas (que no porque confío en ello) apoyará un gobierno del PSOE. Lo que no veo tan claro es quién será alcalde, quizá en un primer momento sí, Arahuetes, pero, ¿aguantará la presión a la que las urnas han sometido el mandato? Otros opinan que será Clara Luquero la que, en principio tome posesión tras la negativa de Arahuetes a ceder (la que, por cierto, será diputada en el Congreso antes del día 15). Por último, los más atrevidos, dicen que Giráldez entrará en escena (aún se desconoce  lo que se le prometió para concurrir en las listas del PSOE). Otros dicen que IU propiciará que Postigo será alclade y que Peñalosa se votará a él mismo. Y así, ‘alcaldes’ para todos los gustos. ¿Y cómo lo ve usted? ¿Quién cree que será alcalde? (una pregunta que nada tiene que ver con la que se formulaba hace unas semanas ¿quién quiere que sea alcalde?).

Todo puede pasar en esta cuidad tan maravillosa pero, a su vez, con cierto aire rancio en determinados ámbitos. Sea como fuere, y en estos días que muchos demandan ‘Democracia Real Ya’ yo me planteo, ¿qué es realmente la democracia? (Quiero pensar que la de los partidos no). Si empezábamos diciendo que en estos momentos en Segovia se ha abierto una ventana a la imaginación… Pues yo, imagino. Imagino cuatro años de respeto en el Ayuntamiento, de trabajo conjunto, de ausencia de personalismos, de lucha por hacer de Segovia una ciudad con oportunidades para los jóvenes, una capital moderna… Imagino mucho, quizá sueño. Sí, seguramente.

 

(Fotografías: Rosa Blanco)

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