La pandemia, causó un tremendo impacto en nuestra salud mental. A raíz de este traumático momento, han saltado todas las alarmas por el aumento de indicadores relacionados con patologías y malestares en este ámbito clave de nuestra salud: el aumento en un 30% en las consultas de psicología y psiquiatría, el aumento de la prescripción de ansiolíticos, antidepresivos, somníferos y otros medicamentos, el aumento alarmante de los suicidios y las autolesiones, especialmente entre los más jóvenes… junto a estos síntomas, sin embargo, se ha producido también un efecto positivo: se ha empezado a hablar abiertamente de ello, a reconocer pública y notoriamente que los problemas de salud mental nos afectan a todos y todas en mayor o menor medida, y que también deben ser reconocidos y tratados en el sistema público de salud de forma adecuada y suficiente.

El concejal de Segovia en Marcha (Podemos – Alianza Verde), Guillermo San Juan, que durante el anterior mandato hizo de la salud mental una de sus principales prioridades políticas, considera que las instituciones “deben estar a la altura de estos avances sociales en materia de salud mental, respondiendo con recursos suficientes para atender esta cuestión”. “Para abordar la atención a la salud mental es necesario entender que en este aspecto de nuestra salud influyen multitud de variables, económicas, sociales, relacionales e, incluso de género. Para cada uno de estos aspectos es necesario una respuesta integral, amplia, que atañe a todos los niveles administrativos: el gobierno regional tiene que garantizar que el sistema sanitario público de Castilla y León tiene profesionales suficientes para atender la demanda de la población, que también los tiene el sistema educativo para dar respuesta a la crítica situación de los más jóvenes y, desde luego, el ayuntamiento tiene que cumplir también su papel en lo sus competencias en materia preventiva, comunitaria y de promoción de la salud”, explicaba San Juan.

Y es precisamente en este ámbito, en lo que puede y debe hacer el ayuntamiento en la atención a la salud mental, donde el edil de Segovia en Marcha lleva años poniendo el foco: “Durante el mandato anterior reclamamos por activa y por pasiva al gobierno de PSOE e IU que asumiera, como hacen muchos otros ayuntamientos del país, que la administración más cercana a nuestros vecinos y vecinas tiene mucho que decir en el cuidado de nuestra salud mental. Muy a nuestro pesar, no hubo ningún avance significativo en este ámbito, pero para nosotros sigue siendo una prioridad de primer orden, porque la problemática sigue muy presente. Independientemente del color de la alcaldía, creemos que queda mucho que avanzar en el cuidado de la salud mental de los segovianos y segovianas”, indicaba San Juan, que además de reclamar al gobierno regional los medios suficientes para que el sistema público de salud haga frente a la demanda de atención en este ámbito sanitario, propondrá también medidas que atañen directamente al ayuntamiento: un plan municipal de salud mental, que parta de un estudio con el foco especialmente puesto en la población más vulnerable, como los más jóvenes o las personas que sufren soledad no deseada, además de poner en marcha un convenio con el colegio de psicólogos para garantizar atención psicológica gratuita a los vecinos y vecinas que lo necesiten.

El concejal de Segovia en Marcha espera el apoyo del pleno a su propuesta, “especialmente porque lo que proponemos ya se está llevando a cabo en otros ayuntamientos de nuestro país, por lo que no hay ningún obstáculo normativo o legal para hacerlo, sólo hace falta voluntad para que el cuidado de la salud mental sea una prioridad municipal, ¿o es que los segovianos y segovianas, su salud mental, merece menos atención por parte de su ayuntamiento que la de los burgaleses, madrileños, zaragozanos, fuenlabreños, turolenses, barceloneses…?”, se preguntaba San Juan.