La Agencia de Protección Civil e Interior de Castilla y León estudiará las experiencias registradas hasta el momento en otras comunidades autónomas españolas a la hora de decidir la posibilidad “más adecuada” a la hora de cobrar una tasa en algunos rescates que se llevan a cabo, especialmente en aquellos casos en los que puede aludirse a una cierta “imprudencia” por parte de las víctimas. En cualquier caso, sería una tasa “disuasoria”, en ningún momento se pretende que se convierta en una tasa “recaudatoria”, aclaró.

Así lo ha explicado el director general de la Agencia de Protección Civil de Castilla y León, Luis Aznar, quien ha recordado que no sólo comunidades como Asturias o Cantabria aplican ya esta tasa, sino que es una medida adoptada también en la Comunidad Valenciana, Cataluña o, más recientemente, también en el País Vasco.

Aznar ha insistido en que, al margen de las situaciones que se producen en verano, es durante los meses de invierno cuando se registran el mayor número de incidentes que requieren de la actuación de los medios de Protección Civil. “Se alerta a todas las personas que realizan este tipo de ejercicios”, ha explicado Luis Aznar, quien sin embargo ha lamentado que algunas personas pecan en algunos momentos “un poco de imprudencia”, añadió.

El fin de esta medida, que oscila entre los 32 euros en el caso del rescate a una única persona, y los 2.400 en el caso de que sea necesario el empleo del helicóptero medicalizado, es establecer una serie de supuestos “claros y nítidos” en lo que se considera el “uso indebido o imprudencias” en el uso de los servicios de rescate.

Son concretamente tres los supuestos que se contempla en el caso del Principado de Asturias. Por un lado, aquellos casos en los que no se hace caso de los avisos del Servicio de Emergencias 112, lo que hace que en muchos casos se registren lamentables accidentes, también aquellas circunstancias en las que las personas se adentran en zonas señaladas como peligrosas o de uso restringido, tanto en el caso de la montaña como en el mar y, por último, cuando practiquen actividades sin la debida indumentaria o equipamiento adecuado para el desarrollo de esa actividad.

Es en esos casos, según explicó Valentín Ruiz, cuando si se produce “un lamentable accidente” que requiera de la presencia de los servicios de Emergencias de Asturias, tendrá que abonarse la tasa correspondiente, algo que no ha tenido que aplicarse de momento este año. “Hay que tener cuidado y creo que se comprende, porque al mismo tiempo estás detrayendo, por una temeridad, servicios que también pueden ser necesarios”, señaló.

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