Los jugadores de la Gimnástica celebran uno de los goles de este domingo en Madrid / Gimnástica Segoviana

La Segoviana empató (3-3) ante el Adarve madrileño en un partido con muchas lecturas, aunque el hecho cierto es que la Gimnástica se colocó con tres goles de renta gracias a los tantos de Llorente (2, uno de penalti) y Plomer, y acabó empatando a tres en la última jugada de la prolongación. Y si dura un par de minutos más el partido, lo mismo habían perdido.

A priori un empate en un campo en el que nunca has conseguido ganar no es una mala noticia, pero cuando has acumulado una renta de tres tantos en el minuto 70 de partido, el empate final te deja con un sabor amargo difícil de digerir. En cualquier caso las apreturas en la zona alta son de un calibre tal, que el hecho de no perder te garantiza seguir en la pelea una semana más. Y a falta de diez jornadas y con todo por decidir, la Segoviana es tercera.

Con la baja de Segovia, Ramsés apostó por meter estatura en el equipo y López, Abel y Sergi Molina ocuparon plaza en la defensa en detrimento de Rubén, que debió aguardar su oportunidad en el banquillo. Merencio, sancionado, fue la otra baja de un equipo azulgrana – celeste para la ocasión – que contó con Plomer, recuperado de su gripe.

La Segoviana se marchó al descanso con una renta de dos goles gracias a un penalti anotado por Llorente y cometido sobre Abel, y por un disparo del propio Llorente, jugador una vez más diferencial. Plomer avanzada la segunda parte amplió la renta, y después llegó la reacción local.

El próximo domingo la Gimnástica recibe al Guadalajara, que empieza a ver con preocupación como tiene más cerca la parte baja que la alta. Con los cuarenta puntos que asoman en el casillero gimnástico la permanencia está casi asegurada, pero deberá apuntarse los tres si quiere seguir con opciones de título, o de asegurarse al menos la Fase de Ascenso. Quedan tan solo diez jornadas por disputarse.