Sus majestades los Reyes Magos de Oriente han vuelto a desplegar su magia por las calles de una capital segoviana que nunca han visto tanta gente agolpada durante su recorrido. Tanto el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, como la concejala de Cultura, Clara Luquero, destacaron la respuesta «masiva» de una cita cargada de magia que volvió a acaparar la mirada de miles de asistentes. En este sentido, Arahuetes apuntó a la cifra de 25.000 personas durante el recorrido y Luquero ha señalado que «estoy que no me lo creo, nunca he visto tanta gente en una cabalgata como este año».

El tiempo acompañó durante el día, y eso se hizo notar por la noche, así que con todos los factores a su favor, Melchor, Gaspar y Baltasar salieron un año más del Alcázar de Segovia para saludar a los niños que se agolpaban ilusionados en el recinto de la fortaleza. Otros niños, los de la Escolanía de la Fundación Don Juan de Borbón, actuaron de «teloneros» con una exquisita actuación que dejó con la boca abierta a los asistentes. Su música fue la encargada de presentar a los magos junto a unos efectos visuales que llenaron los muros de estrellas, espirales y otros efectos visuales.

La historia de la estrella fugaz que acompañó a los jinetes reales en su periplo hasta el portal de Belén, se mezcló con los  ya tradicionales juegos visuales de pirotecnia, luz y color, y a unas majestades que realizaron el primer tramo en andas hasta la Plaza Mayor, para evitar los problemas de espacio que se dan en la estrecha calle Daoíz.  Ya en la Plaza Mayor el acompañamiento a los tres magos de Oriente, se hizo más espectacular si cabe de la mano de los elegantes y exóticos Flamencos Rosas de la compañía Remue Ménage, conocida entre otras actuaciones por sus incursiones en Disneyland París. Sus sinuosos movimientos se entremezclaron entre el griterío de los más pequeños, el asombro de los mayores y el patrimonio de una ciudad que también se volcó a los pies de su emblemático Acueducto para recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar. Una explosión de confeti y globos dio paso a la recepción de los niños que no quisieron dejar de saludar a sus majestades y de hacer las últimas peticiones los más rezagados.

Hasta 1.400 kilos de caramelos y carbón dulce se han repartido durante un recorrido que ha transcurrido, como todos los años, hasta el Acueducto, en donde el alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes, recibió a sus majestades. A los caramelos aptos para celíacos que se entregaron durante la comitiva, se sumaron los de la Plaza del Azoguejo, donde un puesto repartió caramelos para diabéticos, sin azúcar, para que ningún pequeño se quedara sin sus dulces. El apoyo de los volunáticos, miembros del voluntariado cultural de Segovia, hizo posible que un año más el trayecto se llevara a cabo de manera controlada y sin ningún incidente. Hasta un total de 400 voluntarios participaron en la cabalgata que además estuvo amenizada por los grupos segovianos Os Batucones, La Troupé de la Merced, La Orquestina del Valle, Tierra de Segovia y la Banda de la Unión Musical de Segovia.

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