La etapa de hoy será recordada por los componentes de la III tercera marcha minera por mucho tiempo. Entraron en la oscuridad del túnel de Guadarrama, a la que están muy acostumbrados, pero rápidamente vieron la luz al final. Una luz que ellos desearían que se instalara en los planteamientos del Ministerio de Industria y pusiera fin al conflicto abierto por la reducción de ayudas a la producción de mineral nacional.

Ese brillo se tradujo hoy en sorpresa positiva en forma de apoyo. La jornada de este domingo festivo, aunque para ellos es un día más, escondía un motivo para proseguir el camino. Quien les iba a decir que días después de abandonar las cuencas, dejar atrás León, Palencia y Asturias, e incluso salir de la Comunidad, iban a recibir tanto apoyo a las puertas de Madrid, durante los últimos kilómetros de la XVII etapa.

Collado-Villalba, un municipio ubicado en la falda de la Sierra de Guadarrama, entró hoy a formar parte de los corazones mineros. Tras salir de la localidad segoviana de San Rafael y cruzar el Sistema Central por el túnel de la A-6 (Autovía del Noroeste), se sorprendieron por el recibimiento que ellos mismos han definido como “apoteósico y emocionante”.

Los 21 kilómetros de la jornada se hicieron más cortos cuando, junto a la luz al final del túnel, afortunadamente fresco en un día caluroso, se apreciaban las sombras, a ambos lados de la carretera, de cientos de habitantes de la sierra madrileña para apoyar y dar el último aliento a esta jornada. Se sumaron a la marcha, de tal forma que la cola no se veía más allá de medio kilómetro. Más de 600 personas descendían el puerto que les iba a llevar a Villalba. Y lo mejor estaba por llegar. Unas 4.000 personas los esperaban a la entrada del pueblo, si bien las autoridades locales brillaron por su ausencia, según lamentaron y se extrañaron los propios mineros. No fue el caso del coordinador autonómico de IU y procurador, José María González, y el responsable federal de la formación, Cayo Lara, quienes participaron en la etapa.

Como gesto de agradecimiento, los más adelantados realizaron un arco triunfal con sus inseparables cachas a los andarines que venían por detrás, señal que luego los habitantes de este municipio repitieron con los propios mineros. “Mira la gente que nos ha recibido hoy, que estarían pasando por debajo un cuarto de hora. Estamos sorprendidos y muy agradecidos”, relata el minero José Fernández, alias ‘Pulido’. Recibe este mote de su abuelo, vigilante en la mina leonesa, que lo pasó a su padre y luego recayó en él.

Comenta que los ánimos de los componentes de la marcha están “regulares”. “Ves que solo quedan dos etapas y aún no hay solución y casi no tienes esperanza”, se resigna, aunque anuncia que el sector continuará con las movilizaciones a partir del miércoles, cuando finalice la marcha ante el Ministerio de Industria, donde a las 11 horas se celebrará una masiva concentración.

 

Descansar para concluir

El colectivo que conforma la marcha ya ve cercana la meta. Mañana afrontarán la penúltima etapa entre Villalba y el barrio madrileño de Aravaca, de 34 kilómetros, donde finalmente el Ayuntamiento capitalino cedió y prestará las instalaciones del colegio Rosa de Luxemburgo para pasar la noche. Será allí donde, de forma ya confirmada, actuarán el cantautor extremeño Luis Pastor y el cantante asturiano Víctor Manuel, algo que realizarán de forma voluntaria.

Esta breve jornada festiva servirá para coger fuerzas y encarar durante la tarde del martes la última de las etapas de esta marcha negra. Será a partir de las 20 horas (y no por la mañana, como en todos los días anteriores), cuando los mineros transiten por la noche de Madrid, con sus lámparas encendidas, para intentar emocionar a los ciudadanos y presionar al ministro del ramo, José Manuel Soria. Luego descansarán en un pabellón de la Universidad Complutense. Y al día siguiente, el 11 de julio a las 11 horas, se celebrará la manifestación frente al Ministerio, en la Castellana.

José María González, presente durante la jornada, insistió en pedir al Gobierno que cumpla con los acuerdos que fijaba hasta 2012 en el Plan del Carbón y se siente a negociar para garantizar el carbón hasta 2018 o más allá. “Basta de gaitadas, como dirían en El Bierzo, tanto de Soria como del PP”, criticó González, quien culpó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero también al PP, “el mismo partido que gobierna en Castilla y León”. “Soria es culpable de falta de efectividad, pero el PP es culpable de lo que está haciendo con el sector minero”, concluyó.

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