La Consejería de Familia ‘reconvertirá’ las actuales residencias de personas mayores en centros multiservicio e implantará un nuevo modelo de atención basado en la “convivencia” más estrecha entre usuarios y una atención de carácter más individual. Este departamento trabaja ya en la redacción del decreto que regulará este nuevo concepto de residencias que, previsiblemente, estará “cerrado” este mismo año, según avanzó la consejera del ramo, Milagros Marcos, en ‘Los desayunos de Ical’. No obstante, no quiso poner fechas encima de la mesa sobre su aplicación. “Me preocupa más saber que el nuevo modelo va orientado a garantizar la sostenibilidad del sistema que sacarlo en un mes o en otro”, recalcó.

Los centros multiservicio permitirán al usuario acudir a las residencias desde «a tomar el café, comer, dormir durante dos semanas o un fin de semana” hasta a permanecer allí durante el día. Es, en definitiva, un “modelo más abierto” y “más atractivo” para las personas mayores, lo cual permitirá buscar nuevas salidas de rentabilidad a un sector, el de residencias, que ha visto cómo la crisis incrementaba sus plazas sin ocupar hasta situarlas en torno al 25 por ciento.

En la preparación del texto, la Junta ha tenido en cuenta al sector privado, no obstante, precisó que la Administración no puede ser su “tutora” cuando éste “tenga problemas”. Así, advirtió de que habrá residencias privadas “muy pequeñas”, de 16 a 20 plazas, que “tendrán serios problemas” para garantizar “una atención de calidad”.

Debido a la crisis económica y al aumento de plazas vacantes, añadió, habrá “centros afectados”. “Ellos lo tienen mejor diagnosticado que nosotros y ya hay entidades haciendo planes de reestructuración”, matizó Marcos, para quien “mantener servicios si no hay demanda no tiene sentido”.

 

Modelo de convivencia

Por lo que respecta al modelo de atención basado en la convivencia, la experiencia ya se está pilotando en una residencia de Soria desde hace cuatro meses, con “resultados fantásticos”. Uno de los pilares del modelo, que cuenta con un gestor de caso para cada uno de los usuarios, pasa por el establecimiento en las residencias de unidades de convivencia en lugar de habitaciones en un pasillo. Así, los centros se dividirán en módulos de entre 12 y 20 personas que convivirán “como en su propio domicilio”, como ocurre en las residencias de Alemania o Suecia que la Junta visitó para poner en marcha esta iniciativa.

El nuevo sistema, además de redundar en “la calidad” de la atención, ofrece “más satisfacciones” a los profesionales que trabajan en las residencias, ya que con el seguimiento individualizado de los usuarios se sienten “absolutamente implicados”, lo que también disminuye “el absentismo” laboral, puntualizó la consejera.

 

Unidades de coordinación sociosanitaria

Para garantizar la atención de calidad en las residencias de personas mayores de Castilla y León, Marcos ve preciso un trabajo más estrecho con la cartera de Sanidad, cuyo “paso definitivo” será la implantación de “unidades de coordinación sociosanitaria”, algunas de las cuales ya estarán listas este mismo año en centros públicos.

Este “modelo de seguimiento compartido” involucrará “al cuidador en el domicilio, al profesional de los servicios sociales y al profesional del sistema sanitario” y “permitirá una atención más precisa” y “ajustada a la persona mayor”, así como “evitar ingresos hospitalarios”.

Desde la Consejería de Sanidad se “definirán los criterios” que deben cumplir dichas unidades, que tras implantarse completamente en centros públicos el “próximo” año, se extenderán a las residencias privadas de la Comunidad que “cumplan los requisitos”.

 

Residencias para personas con enfermedad mental 

La Junta tomará como modelo de esta unidad de atención sociosanitaria la que ya está en marcha, con profesionales de la red de psiquiatría, en la residencia para personas con enfermedad mental de Toro (Zamora), gestionada por Fundación Intras y que “funciona maravillosamente bien”. “Con esa experiencia, que ha evitado ingresos hospitalarios, diseñaremos el procedimiento para personas mayores”, puntualizó la consejera.

Sobre el modelo de residencias para personas con enfermedad mental, cuya experiencia piloto es precisamente la de Toro, Milagros Marcos adelantó que su extensión a toda la Comunidad “no” tiene “fecha” y que “se va a ver ralentizada” por la crisis económica, que “afecta” sobre todo “en materia de infraestructuras”. “Lo importante es tener claro el modelo, que ya se está extendiendo a nivel internacional. En el momento que se pueda relanzar y superemos esta situación, ya lo tenemos hecho”, dijo.

No obstante, recalcó que la Junta sigue trabajando con Feafes, la asociación más representativa de las personas con discapacidad por enfermedad mental en la Comunidad, en la generación de la red integrada para que todos los recursos estén a disposición de los equipos que hacen la valoración y determinan si tienen que ir a una vivienda o a un centro.

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