La incidencia del COVID-19 continúa a la baja en Castilla y León al situarse en los 279,34 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, frente a los 294 de ayer, mientras en la última semana se contabilizan 109,73 contagios, frente a los 111,94 de este miércoles. No obstante, el índice reproductivo básico crece hasta el 0,85, según el indicador de riesgo que mantiene a la Comunidad en el nivel cuatro, el más elevado.

Todas las provincias, excepto Burgos con 487 y Palencia, con 421, presentan ya incidencias inferiores a los 400 casos en 14 días, la cifra fijada por la Junta para proceder a la apertura de los locales de hostelería, los centros comerciales y los gimnasios.

Por tanto, la incidencia acumulada en 14 días sitúa a la provincia de Ávila con 133 casos, seguida de Segovia con 147; Salamanca, con 158; León, con 242; Soria, con 262; Valladolid, con 276, y Zamora, con 313. En cuanto a la última semana, la incidencia cae hasta los 45 casos en Segovia; los 59 en Ávila; los 62 de Salamanca; los 92,5 de Soria; los 92,6 de León; los 105,09 de Valladolid; los 1309,4 de Zamora; los 178,2 en Palencia, y los 196,1 en Burgos.

También, la incidencia entre los mayores de 65 años en los últimos 14 días es de 307,13 casos por cada 100.000 habitantes, mientras en una semana la cifra se reduce a 121,60. La positividad de las pruebas se mantiene en el 9,48 y la trazabilidad de los contagios sube al 65,48 por ciento. 

Además, la ocupación de camas de hospitalización por casos de COVID-19 es del 12,93 por ciento, con diferencias entre el 18,16 por ciento en Burgos y el 5,54 en Segovia, y en las UCI, del 34,38 por ciento.

Finalmente, el índice reproductivo básico del virus se situó en el 0,95 por ciento en Ávila; el 0,9 por ciento en Palencia; el 0,85 por ciento en Zamora; el 0,84 en Burgos; el 0,83 por ciento en Salamanca; el 0,78 por ciento en Valladolid; el 0,76 por ciento en León; el 0,72 por ciento en Soria, y el 0,67 en Segovia.