Las Comandancias de la Guardia Civil de Toledo y Segovia detuvieron en el marco de la operación ‘Cruz Verde’ a nueve personas de nacionalidad rumana como presuntos autores de 67 delitos de robo con fuerza en las cosas en diferentes provincias.

Establecimientos hosteleros y farmacias de Toledo, Ciudad Real, Madrid, Burgos, Segovia, Granada y Orense, fueron asaltados por los autores que han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Talavera de la Reina (Toledo), donde se iniciaron las primeras diligencias.

Según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia, la operación comenzó en junio pasado, tras la investigación que se puso en marcha el mes de abril por un robo con fuerza en las cosas en farmacias de las localidades de Prádena (Segovia) y de Calzada de Oropesa (Toledo).

El modus operandi utilizado por los delincuentes, fechas muy cercanas en los robos y muchos a horas intempestivas, permitió establecer una clara línea de investigación. La posibilidad de que este tipo de robos pudiera haberse extendido a otros puntos de la geografía nacional y de que sus autores también tuvieran entre sus objetivos otro tipo de establecimientos hizo que la Guardia Civil ampliara la línea de investigación creada, comprobando la existencia de otros delitos de las mismas características en otras provincias.

El análisis de la forma de actuar utilizado por estos delincuentes permitió a la Guardia Civil determinar que se encontraba ante un grupo criminal organizado. Llamó a los agentes la atención tanto la especialización en cómo perpetraban este tipo de delitos, como la rapidez y la organización que demostraban los integrantes de la red. A partir de este momento comenzó una fase de seguimiento y control sobre las personas sobre las que se había centrado la investigación, todas de nacionalidad rumana y con la residencia en las localidades madrileñas de Fuenlabrada y Valdemoro.

Los agentes constataron que se trataba de un grupo de personas, perfectamente organizadas y jerarquizadas, que en el mes de agosto, tras una disputa interna, se habían fragmentado en dos grupos, claramente diferenciados, pero que continuaban utilizando el mismo sistema para cometer sus delitos.

Estas personas se deshacían rápidamente del material sustraído a través de otras afines, aunque en la mayoría de los casos el botín de sus robos era dinero en efectivo. La Guardia Civil determinó la identidad de 14 personas relacionadas con estos delitos, alguna de los cuales utilizaban hasta tres identidades distintas.

Una vez elaborada toda la información obtenida, la Guardia Civil llevó a cabo dos registros domiciliarios, previa autorización judicial, en las localidades de Fuenlabrada e Illescas. Fruto del registro realizado en Fuenlabrada, la Guardia Civil incautó cuatro armas: tres pistolas y un revolver, dos de ellas detonadoras. También se intervinieron 2.859,55 euros, la mayor parte de esta cantidad en monedas procedentes de los robos en máquinas recreativas de bares, material electrónico y audiovisual, productos farmacéuticos, una balanza de precisión, gafas de sol, relojes de primeras marcas, herramientas y prendas de ropa utilizada para cometer los robos.

Tras ambos registros, los agentes de la Guardia Civil detuvieron a nueve personas, M.C., R.C.C., M.A., R.M. y G.I.C., en Fuenlabrada (Madrid) otras dos en Illescas (Toledo), I.S.B , la única mujer del grupo, y R.D.D., A.N.B. en Talavera de la Reina (Toledo) y I.C. en Valdemoro (Madrid).

Todos los detenidos han sido imputados como autores de los 67 delitos de robo con fuerza en las cosas y por un delito de pertenencia a grupo criminal. Cuatro de los detenidos están imputados también por un delito de tenencia ilícita de armas.

En la instrucción de las diligencias, así como en la detención de los nueve delincuentes, intervinieron efectivos de la Guardia Civil de Segovia y Toledo.

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